Música para tardes/noches lluviosas...

Cuatro fantásticos álbumes para sobrellevar las copiosas lluvias.

The Antlers - Hospice. 2009. Frenchkiss Records.

El relato de una muerte anunciada. La historia de un enfermero que conoce, se enamora y ve morir a su amada: una paciente terminal con cáncer óseo. Peter Silberman (voces, guitarra, acordeón, harmónica, harpa y teclados) escribió su tercera entrega durante un auto-aislamiento que duró cerca de dos años en Brooklyn. Cuenta con la participación de Darby Cicci (trompeta y banjo), Michael Lerner (batería, percusiones), Justin Stivers (bajo) y Sharon Van Etten (voces). Un disco aclamado por su poder de destruirte emocionalmente. Si estás de bajón, este disco te terminará de mandar a la lona y de allí solo para arriba. Excelente escucha.

Talk Talk - Spirit of Eden. 1988. Parlophone/EMI CMG Distribution.

Obra maestra que precede a "Laughing Stock", otra joya de la música que posteara nuestro querido Daniel, hace ya varias semanas. Escrito por Mark Hollis (voces, piano, órgano y guitarra) y Tim Friese-Greene (armonio, piano, órgano y guitarra), ejecutado por más de una docena de músicos y retocado con exóticos matices sonoros producidos por fagot, corno inglés, oboe, dobro y shozyg (¿?), Spirit of Eden es una obligación para todo aquel que se autoestime. Su sombrío pesar cae como anillo al dedo en una noche tormentosa. Un álbum totalmente influyente, un álbum de proto-post-rock, por decirlo de alguna forma. Una delicadeza.

Miles Davis - Sketches of Spain. 1960. Columbia.

Miles Davis y Gil Evans se juntan por tercera vez para darle vida a un álbum referencia del arte contemporáneo. Inspirados en la tradición española y en piezas como "Concierto de Aranjuez" de Joaquín Rodrigo y "El Amor Brujo" de Manuel de Falla, este equipo de gigantes de la música, junto a más de veinte músicos de primer orden entregan uno de los álbumes más accesibles de Miles. Un disco carismático, elegante, romantico, sensual, pero al mismo tiempo introspectivo, para deleitarse solo o acompañado. Para el oido no entrenado puede sonar a música de elevador, para aquel que se respeta y respeta a la música este es un placer de dioses. Piedra angular.

The Cinematic Orchestra - Ma Fleur. 2007. Ninja tune.

De nuevo la orquesta cinemática, citada en otros artículos. No puedo esconder mi fascinación por esta metodología de composición, por la perfecta amalgama de géneros en otros tiempos incompatibles. En su tercera entrega oficial (dejando de lado a The Man With a Movie Camera) los cinemáticos entregan su álbum más íntimo. Volcado en el soul y con las voces de Fontella Bass, Lou Rhodes y Patrick Watson, esta placa es la más emotiva de todas, capaz de sumerjirte en una catártica nostalgia, necesaria en estos tiempos. "Ma Fleur" es una evolución interesante para una orquesta que ha sido pionera en sus menesteres. Melancólica elegancia.