Nile - Amongst The Catacombs Of Nephren-Ka (1998)

Versión corta: Death metal técnico de la mejor calidad, con tintes y atmósfera inspirados en Egipto angituo. No apto para los miedosos.

Nile es la evolución lógica del death metal estadounidense de finales de los 80 y principios de los 90. ¿Alguien recuerda cuando el death metal técnico no tenía una fórmula? Esta banda fue formada en 1993 en Carolina del Sur, justo en medio de la revolución de la música extrema, y luego de varios demos y EPs aparece su primer disco en 1998. Esta banda toma toda (y quiero decir TODA) su inspiración de la historia, religión y mitología de Egipto antiguo. Letras, música, arte, todos los detalles tienen alguna relación con estos temas. Por si esto no fuera suficiente para distinguirse de sus contemporáneos, Nile produce música con una variedad y dinamismo (dentro del marco death metal) equivalentes a Morbid Angel, con un énfasis en interludios elaborados que frecuentemente se proyectan como la banda sonora para la construcción de las pirámides. La música varía desde extremadamente compleja y veloz hasta imposiblemente pesada y tortuosa, siempre con el elemento egipcio al frente. ¿Ya mencioné que su inspiración es Egipto antiguo?

Amongst the Catacombs of Nephren-Ka (1998) es el primer disco oficial de la banda. Con 33 minutos de duración, representa la mejor introducción al universo de Nile; lo breve, si es bueno es doblemente bueno, y si es malo por lo menos fue breve. Desde el inicio se puede escuchar que estos 3 individuos (4 a partir del tercer disco) están dispuestos a dejar una impresión fuerte, sea la que sea. A pesar de estar ridículamente bien producido, el sonido del disco es más bien crudo y esto funciona perfectamente. Las canciones son tan complejas y concisas que no pueden durar más de 4 ó 5 minutos, y ello evita que quien escucha el disco se distraiga por mucho tiempo. Tiene cambios de dinámica violentos, con blastbeats y solos de guitarra seguidos inmediatamente de percusión e instrumentación egipcia por unos segundos, para luego continuar con la paliza. Las guitarras (cortesía de Karl Sanders, el genio detrás de Nile) son precisas y están meticulosamente colocadas, y mis momentos favoritos son los riffs armonizados con un sabor decididamente oriental. Son detalles que probablemente no se aprecian bien hasta escuchar el disco varias veces. Por desgracia el bajo está enterrado bajo las guitarras y la atmósfera, pero le da suficiente presencia a la música para saber que existe, y está igual de listo para destruir que los demás instrumentos. No puedo imaginarme los años de práctica que le puede tomar a un baterista el aguantar una canción como estas en vivo.

Geek fact: El título del disco es una referencia a H.P. Lovecraft. Nephren-Ka fue un faraón tan grueso que su nombre fue borrado de todo registro.

En mi humilde opinión, esto es lo que el death metal técnico debe ser. Muchas de las bandas del género llegan a tener la complejidad de Nile, algunas incluso citándolos como influencia directa, pero ¿dónde está la atención al detalle? Sus discos son totalmente homogéneos y en muchos casos igual de entretenidos que escuchar un taladro perforar diversos materiales por una hora. Hay que admitir que luego de este disco Nile simplemente ha refinado su estilo, sin alejarse demasiado de lo que ya habían logrado, y sus discos siguientes son muy parecidos. Pero esto para mí es algo bueno, ya que cada par de años me gusta recibir una hora más de destrucción musical centrada en Egipto antiguo. Los faraones estarían orgullosos. Click en la imagen para descargar.