Guía de bolsillo para el moshpit

Acabo de regresar del concierto que ofrecieron Kreator y Exodus hoy en el Parque de la Industria. Fue fenomenal, la poca frecuencia con la que recibimos bandas extranjeras de buen calibre tiene un lado positivo: cada vez que viene una le hacemos huevos con todo lo que tenemos y (creo) dejamos buen sabor de boca en nuestros ilustres visitantes. El review se lo dejo a quienes pueden expresarse mejor que yo; hoy me quiero enfocar en el estado del moshpit en nuestro gran país.

Para quienes no han presenciado la hermosa liberación de energía que es un moshpit, les explico: en un concierto "metalero" o de música similarmente "gruesa", existen 3 tipos de personas: los que se aglomeran lo más cerca posible de la banda, los que se mantienen lejos por comodidad o apatía, y los que tienen como misión descargar todas sus frustraciones moviéndose violentamente al ritmo de la música. Este tercer tipo de personas utiliza el área libre entre los primeros dos tipos, generalmente un gran círculo, para establecer el moshpit oficial del concierto, que puede variar desde un grupo de personas ligeramente empujándose hasta un remolino violento con reglas y castigos, dominado por expertos en artes marciales y fisicoculturistas frustrados.

Por suerte, en Guatemala el moshpit no es excesivamente violento, pero tampoco debe tomarse a la ligera. Creo que ofrecemos un pit bastante adecuado y apto para adolescentes y adultos (niños abstenerse, ya es suficientemente delicado tratar de no meterle codazos en la nariz a los compañeros de menor estatura). Si bien hay quienes se lo toman demasiado en serio, es muy posible entrar al pit para descargar la respectiva frustración con la vida y salir sin heridas graves. Sin embargo, hay dos situaciones que me parecen preocupantes y no permiten disfrutar el mosh con toda la intensidad y diversión que podría producirse: no sabemos ejecutar correctamente el circle pit ni el wall of death.

El Circle Pit: es bastante sencillo, y obedece a tres reglas principales. Primero, todos corren en dirección contraria a las agujas del reloj (no sé si en el hemisferio sur sea al revés, alguien con conocimiento de la región por favor háganoslo saber). Segundo, la diversión del circle pit es proporcional a la velocidad de la canción. Por eso el thrash es perfecto para ello. Tercero, NO es aceptable machucar ni ser machucados. Si usted se encuentra cayendo durante el circle pit, intente moverse hacia el centro del círculo. Como el ojo del huracán, este lugar probablemente estará despejado, aunque el circle pit es más como un tornado por su brevedad. Al igual que en el moshpit normal, es considerado buena etiqueta detener la violencia para ayudar a un compañero metalero que ha caído. El circle pit puede surgir espontáneamente, o puede ser invocado por la banda utilizando un movimiento circular de la mano. Ejemplo de un circle pit:

El Wall of Death (Muro de la Muerte): una de las variantes más violentas y gratificantes del moshpit. La banda expresa su deseo de realizar dicho muro indicando que el moshpit debe quedar libre por un momento. A esta señal debe entenderse que los integrantes actuales del moshpit deben ir a la orilla y detener su actividad, formando una pared, en espera del momento musical apropiado. Es aceptable provocar con gestos e insultos amigables al bando opuesto mientras se espera el momento. Un muro de la muerte es algo espectacular si se ejecuta correctamente. Llegado el momento, todos corren en la misma dirección con la mayor violencia posible, lo cual puede resultar en heridas graves. Un muro de la muerte es algo totalmente voluntario: si no desea participar, hay suficiente tiempo para quitarse del camino. Ejemplo de un wall of death:

Hace unas horas, traté con todas mis fuerzas de iniciar varios circle pits, pero fracasé rotundamente. En una de ellas terminé en el suelo y perdí mis llaves (las recuperé después, no se alarmen). No sé si se ignora la existencia del circle pit, pero si una banda pide un circle pit hay que darle un circle pit. Circle pit. Cuando llegó el momento del muro mortal, inicialmente las cosas parecían estar funcionando: el moshpit se separó en fracciones equivalentes, si bien algo más cercanas de lo usual, y todos esperaron el momento adecuado de manera precisa y eficiente. Sin embargo, en lugar de un choque violento me encontré del otro lado del moshpit sin haber hecho impacto. Señores, no sé ustedes, pero cuando yo formo parte de un muro de la muerte yo espero un MURO DE LA MUERTE, quiero que mis huesos me maldigan y quiero amanecer adolorido por la experiencia. En fin, hago un llamado para que mis compañeros metaleros estudien bien estas dos variantes del moshpit, de manera que nuestra experiencia en el siguiente que encontremos sea óptima y disfrutable al máximo.

Gracias por su atención.