Estos forajidos que suenan salidos de las cloacas de la
ciudad de Chicago (de donde son) nos traen en este 2014 su última placa Miserable. Como si de tus audífonos estuviera
saliendo un denso y lento engrudo, Bongripper
asalta los oídos con esa guitarra saturada y bien “sludge” que caracteriza bandas
metidas en la categoría de “doom metal”.
Con solo tres canciones en un disco que dura una hora, claro
está que esto es música que se va desarrollando, pagándole al oyente por su
paciencia. Despacito pero seguro, bien “stoner”; comandado por la guitarra
grasosa y el bajo hondo. “Endless” la
primera rola camina con riffs gigantescos para de repente calmarse en mitad de
canción y luego explotar en un vomito de feedback, siempre con el ritmo inicial
como guía turístico. “Descent” arranca rápido,
casi parece un Deep Purple bien punk pero poco a poco va desacelerando, abriendo
el sonido de la guitarra y la batería como locomotora que esta parando,
llegando a su destino: “pufff, puff…… puffff…….puffff…”. La nube del cannabis
disipando la atmósfera.
Y por último aparece “Into Ruin” que ocupa la segunda mitad
del disco. Cargada de sentimiento a climax (típico de la última
canción en un disco así); Un llamado a las tropas a iniciar esa marcha hasta el
fondo el mar, hasta lo más oscuro. Distorsión que se siente rico mezclando
acordes a lo Sabbath que se cuelan por encima del mapa planteado al inicio. Hasta
que todo agarra velocidad de repente, algo inesperado. Un final genial. Dignos
herederos del sonido de bandas responsables de pintar el paisaje del “doom”
como Neurosis, Isis, Electric Wizard, entre otros; Bongripper entrega lo que
promete. (Francisco)
Bajen ó escuchen el disco acá: Bongripper - Miserable
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