Mark Lanegan & Duke Garwood - Black Pudding

Hombre de una mística muy especial don Mark Lanegan. Como solista se ha ganado los oídos de muchos dejando atrás su "de todas formas bien recibido" aporte a la música noventera como miembro de los Screaming Trees. Por ninguna razón más que porque me lo ando degustando, este soberbio disco  de 2013 grabado junto al guitarrista  Duke Garwood viene a ser la recomendación de hoy para usted amigo clubero. Una recomendación para esos días solitarios cuando se va la luz en la casa y nos damos cuenta que no nos hace falta la tecnología. 

Black Pudding es más un disco del viejo oeste que del mundo digital en el que vivimos. Sombrío y fantasmal. Una perfecta unión entre voz y guitarra acústica para crear un ambiente mejor disfrutado sin compañía.

Garwood vierte sobre Lanegan su guitarra española sazonada con country blues. Piano lento, sensual, funeralesco. Y claro, el show es para nuestro vocalista con esa voz seca, rasposa, desolada. "Death Ride" con su son a vaquero esperando la muerte, "Thank You" cargada de sonidos que parecen del más allá: "no redemption in the cards" Poco a poco se va creando un ambiente que envuelve y fascina a la vez. Hay buena química entre estos dos forajidos.

Mencioné el viejo oeste anteriormente porque a eso me suena este genial disco. Pero es más un viejo oeste donde los héroes mueren rápido, la noche cae y la luna es reina. "Shade of the Sun" podría sonar en los créditos de alguna de las de Sergio Leone. Una y otra vez nos recordamos que la buena música no siempre viene en la formula que mejor reconocemos o que más nos gusta. Black Pudding no propone esa idea, la dispara directo a nuestra imaginación obligándonos a escuchar con oídos y corazón. (Francisco)