20. Pink Floyd –
“The Wall” (1979)
De niño
vi la película y me dio miedo. De adolescente la música me hizo regresar a esas
imágenes de forma casi compulsiva. Escuche el disco doble una infinidad de veces,
con las luces apagadas y el volumen muy alto. “The Wall” me sigue causando una
emoción tremenda, es una obra espectacular: oscura, pesada, melancólica. Muchas
de las mejores canciones de Pink Floyd están aquí: “Run Like Hell”, “Another
Brick in The Wall Pt. 2”, “Hey You”, “In The Flesh”, y la absoluta cima de la
perfección del rock setentero: “Comfortably Numb”.
19. Maldita Vecindad y Los Hijos del 5to Patio
– “El Circo” (1991)
Mi disco
favorito del rock latino no obedece a las típicas reglas del rock. Parece estar
mas cerca del funk y la cumbia de Perez Prado que de las guitarras eléctricas y
los acordes pesados. Muy mexicano en su esencia, “El Circo” es un álbum
colorido, sabroso. Abre con “Pachuco”, una danza frenética cargada de referencias
culturales en homenaje a los “Pachucotes” (Los Zoot Suits mexicanos inspirados
en el comediante Tin Tan). “Un Poco de Sangre” y “El Gran Circo” son historias
de la gran metrópoli chilanga; “Kumbala” es una danza romántica con la
sensualidad del saxofón al centro. Para disfrutar, bailar y echar buena fiesta.
Con los
demonios de la fama cerrando el cerco cada vez más, el trio de Seattle se alió
a Steve Albini y produjo un furioso testamento final para dejar en claro porque
la historia les debía un espacio. “In Utero” desnuda heridas que nunca se
cerraron, marcha con una mezcla mas agitante elevando sensibilidades mientras
expone los dolores de Kurt Cobain. Ósea, impacta mas que los discos anteriores.
Para cuando llega a la última canción “All Apologies”, el sentimiento de que el
final esta cerca es evidente.
“with an eye full of napalm!”. Al igual que Nirvana con “In Utero”, los Stooges
liderados por Iggy Pop estaban en sus ultimas baterías cuando llegaron a grabar
su tercer álbum “Raw Power”. Mucha droga, mucha violencia, mucho desvergue.
Pero no sin antes prenderle fuego a la fiesta. Moviendo a Ron Asheton al bajo e
incorporando a James Williamson en la guitarra cambio la atmosfera del grupo y
produjo un disco ruidoso, violento, muy punk pero que se puede bailar,
disfrutar, encender.
16. John
Coltrane – “A Love Supreme” (1964)
Concebido como una sola composición dividida en cuatro partes; “A Love
Supreme” se convirtió en el disco mas celebrado de la prolífica carrera de
Coltrane. Inspirado en una búsqueda por alcanzar al ser supremo, al creador.
Desde las primeras notas que se sienten como si se abre un mundo interno, “A
Love Supreme” deja al oyente enganchado por todo el viaje por el cual lo lleva
de guía su líder y los estupendos músicos que lo acompañan (Elvin Jones en la batería,
McCoy Tyner en el Piano y Jimmy Garrison en el Bajo). Esta de mas decir que es
una obra maestra, mas bien es música que debe considerarse dentro del
patrimonio de la humanidad.
15. The
Beatles – “White Album” (1968)
En
abierta competencia de quien era mejor contribuyente a la banda, los cuatro
Beatles se desangraron en su afán de demostrar quien aportaba más (por esa
razón el disco es doble y no tiene arte, no se pudieron poner de acuerdo). Al
mundo le dejaron su mejor álbum con una variedad nunca vista en otros LP’s del
grupo: “Dear Prudence”, “I’m So Tired”, la dulzura de “Blackbird”, el
protometal de “Helter Skelter”, el protopunk de “Revolution”, la majestuosidad
de “While My Guitar Gently Weeps”. Y hay muchas otras. Los ganadores de esta
batalla artística fuimos todos nosotros.
14.
Black Sabbath – “Paranoid” (1970)
Un riff,
una combinación de notas particular que se sale de los convencionalismos,
inclusive hoy después de tanto tiempo de que aparecieron en el mapa. Black
Sabbath es al metal lo que Miles Davis es al Jazz, y “Paranoid” es su “Kind of
Blue”. Un clásico instantáneo que moldeo la forma de crear música oscura,
pesada. “Iron Man”, “War Pigs”, “Paranoid”, “Electric Funeral”, prácticamente todo
el disco me capturo desde la primera vez que escuche estos clásicos. La densa
afinación de la guitarra de Iommi, el bajo y batería frenética de la dupla
Butler & Ward, la voz tétrica fantasmal de un joven Ozzy Osbourne. Todos
los elementos son perfectos.
Cualquier
disco que abre con “Baba O’Riley” y cierra con “Won’t Get Fooled Again” está
destinado al panteón de los grandes. Pete Townshend me demostró que la música es
para llevarla cargada de emoción a flor de piel y con el corazón desangrado.
Sus composiciones mayormente inspiradas en lo que significa ser un joven
desadaptado me han acompañado por tanto tiempo que no puedo pensar mi vida sin
ellas. Con Keith Moon, John Entwistle y Roger Dartley para sumar al caos y abandono
de las rolas, “Who’s Next” es un huracán de pasiones, potencia y mucha actitud.
12. The Velvet Underground – “The Velvet
Underground & Nico” (1967)
El mundo
simplemente no estaba listo para cuatro personajes vestidos de negro cantando música
medio desafinada con liricas sobre sadomasoquismo, drogadicción y muerte. Apadrinados
por el excéntrico de Andy Warhol, este fue el primero de cuatro inmejorables
discos. Siendo justos, tal vez el mundo nunca esté listo. Pero las bandas que
vinieron después usaron a los VU de influencia y el tiempo les hizo justicia. Lou
Reed, John Cale, Moe Tucker y Sterling Morrison debutaron aquí con la cantante
alemana Nico de colaboradora eficaz para crear una placa fantástica, rara,
audaz. Contracorriente pura.
11. Muddy Waters – “The Anthology” (2001)
Dos
discos, cincuenta rolas, un artista titánico. Muddy Waters personaje central del blues y a
donde llevan todos los caminos del rock y la guitarra. “Mannish Boy”, “I
Can’t Be Satisfied”, “Hootchie Coochie Man”, “Baby Please Don’t Go”, “Rolling
Stone”, “I’m Ready” y muchas otras. Su voz onda, su forma de tocar tan simple, el “temple” del hombre no tiene
competencia. En esencia todas las etapas del blues están aquí bien expuestas
por quien fuera uno de sus catedráticos mas admirados. Ain’t that a Man!
Llegamos entonces a la cima, nos quedan solamente mis diez discos mas preciados. La mera cumbre. La crema y nata. Espero que estén
descubriendo (o redescubriendo) buena música con los noventa que ya expusimos. He
disfrutado mucho haciendo esta lista con la finalidad que ustedes disfruten oyendolos tanto como yo. Nos vemos en breve…
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