4.9.19

Los 100: (20 - 11)



 20. Pink Floyd – “The Wall” (1979)
De niño vi la película y me dio miedo. De adolescente la música me hizo regresar a esas imágenes de forma casi compulsiva. Escuche el disco doble una infinidad de veces, con las luces apagadas y el volumen muy alto. “The Wall” me sigue causando una emoción tremenda, es una obra espectacular: oscura, pesada, melancólica. Muchas de las mejores canciones de Pink Floyd están aquí: “Run Like Hell”, “Another Brick in The Wall Pt. 2”, “Hey You”, “In The Flesh”, y la absoluta cima de la perfección del rock setentero: “Comfortably Numb”.

19. Maldita Vecindad y Los Hijos del 5to Patio – “El Circo” (1991)
Mi disco favorito del rock latino no obedece a las típicas reglas del rock. Parece estar mas cerca del funk y la cumbia de Perez Prado que de las guitarras eléctricas y los acordes pesados. Muy mexicano en su esencia, “El Circo” es un álbum colorido, sabroso. Abre con “Pachuco”, una danza frenética cargada de referencias culturales en homenaje a los “Pachucotes” (Los Zoot Suits mexicanos inspirados en el comediante Tin Tan). “Un Poco de Sangre” y “El Gran Circo” son historias de la gran metrópoli chilanga; “Kumbala” es una danza romántica con la sensualidad del saxofón al centro. Para disfrutar, bailar y echar buena fiesta.


18. Nirvana – “In Utero” (1993)
Con los demonios de la fama cerrando el cerco cada vez más, el trio de Seattle se alió a Steve Albini y produjo un furioso testamento final para dejar en claro porque la historia les debía un espacio. “In Utero” desnuda heridas que nunca se cerraron, marcha con una mezcla mas agitante elevando sensibilidades mientras expone los dolores de Kurt Cobain. Ósea, impacta mas que los discos anteriores. Para cuando llega a la última canción “All Apologies”, el sentimiento de que el final esta cerca es evidente.



17. Iggy & The Stooges – “Raw Power” (1973)
“with an eye full of napalm!”. Al igual que Nirvana con “In Utero”, los Stooges liderados por Iggy Pop estaban en sus ultimas baterías cuando llegaron a grabar su tercer álbum “Raw Power”. Mucha droga, mucha violencia, mucho desvergue. Pero no sin antes prenderle fuego a la fiesta. Moviendo a Ron Asheton al bajo e incorporando a James Williamson en la guitarra cambio la atmosfera del grupo y produjo un disco ruidoso, violento, muy punk pero que se puede bailar, disfrutar, encender. 


                                                 
16. John Coltrane – “A Love Supreme” (1964)
 Concebido como una sola composición dividida en cuatro partes; “A Love Supreme” se convirtió en el disco mas celebrado de la prolífica carrera de Coltrane. Inspirado en una búsqueda por alcanzar al ser supremo, al creador. Desde las primeras notas que se sienten como si se abre un mundo interno, “A Love Supreme” deja al oyente enganchado por todo el viaje por el cual lo lleva de guía su líder y los estupendos músicos que lo acompañan (Elvin Jones en la batería, McCoy Tyner en el Piano y Jimmy Garrison en el Bajo). Esta de mas decir que es una obra maestra, mas bien es música que debe considerarse dentro del patrimonio de la humanidad.

 
15. The Beatles – “White Album” (1968)
En abierta competencia de quien era mejor contribuyente a la banda, los cuatro Beatles se desangraron en su afán de demostrar quien aportaba más (por esa razón el disco es doble y no tiene arte, no se pudieron poner de acuerdo). Al mundo le dejaron su mejor álbum con una variedad nunca vista en otros LP’s del grupo: “Dear Prudence”, “I’m So Tired”, la dulzura de “Blackbird”, el protometal de “Helter Skelter”, el protopunk de “Revolution”, la majestuosidad de “While My Guitar Gently Weeps”. Y hay muchas otras. Los ganadores de esta batalla artística fuimos todos nosotros.

 
14. Black Sabbath – “Paranoid” (1970)
Un riff, una combinación de notas particular que se sale de los convencionalismos, inclusive hoy después de tanto tiempo de que aparecieron en el mapa. Black Sabbath es al metal lo que Miles Davis es al Jazz, y “Paranoid” es su “Kind of Blue”. Un clásico instantáneo que moldeo la forma de crear música oscura, pesada. “Iron Man”, “War Pigs”, “Paranoid”, “Electric Funeral”, prácticamente todo el disco me capturo desde la primera vez que escuche estos clásicos. La densa afinación de la guitarra de Iommi, el bajo y batería frenética de la dupla Butler & Ward, la voz tétrica fantasmal de un joven Ozzy Osbourne. Todos los elementos son perfectos.

 13. The Who – “Who’s Next” (1971)
Cualquier disco que abre con “Baba O’Riley” y cierra con “Won’t Get Fooled Again” está destinado al panteón de los grandes. Pete Townshend me demostró que la música es para llevarla cargada de emoción a flor de piel y con el corazón desangrado. Sus composiciones mayormente inspiradas en lo que significa ser un joven desadaptado me han acompañado por tanto tiempo que no puedo pensar mi vida sin ellas. Con Keith Moon, John Entwistle y Roger Dartley para sumar al caos y abandono de las rolas, “Who’s Next” es un huracán de pasiones, potencia y mucha actitud.

 
12. The Velvet Underground – “The Velvet Underground & Nico” (1967)
El mundo simplemente no estaba listo para cuatro personajes vestidos de negro cantando música medio desafinada con liricas sobre sadomasoquismo, drogadicción y muerte. Apadrinados por el excéntrico de Andy Warhol, este fue el primero de cuatro inmejorables discos. Siendo justos, tal vez el mundo nunca esté listo. Pero las bandas que vinieron después usaron a los VU de influencia y el tiempo les hizo justicia. Lou Reed, John Cale, Moe Tucker y Sterling Morrison debutaron aquí con la cantante alemana Nico de colaboradora eficaz para crear una placa fantástica, rara, audaz. Contracorriente pura.

 
11. Muddy Waters – “The Anthology” (2001)
Dos discos, cincuenta rolas, un artista titánico.  Muddy Waters personaje central del blues y a donde llevan todos los caminos del rock y la guitarra. “Mannish Boy”, “I Can’t Be Satisfied”, “Hootchie Coochie Man”, “Baby Please Don’t Go”, “Rolling Stone”, “I’m Ready” y muchas otras. Su voz onda, su forma de tocar tan simple, el “temple” del hombre no tiene competencia. En esencia todas las etapas del blues están aquí bien expuestas por quien fuera uno de sus catedráticos mas admirados. Ain’t that a Man!    


Llegamos entonces a la cima, nos quedan solamente mis diez discos mas preciados. La mera cumbre. La crema y nata. Espero que estén descubriendo (o redescubriendo) buena música con los noventa que ya expusimos. He disfrutado mucho haciendo esta lista con la finalidad que ustedes disfruten oyendolos tanto como yo. Nos vemos en breve…

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