En este post decidí consolidar el listado del top 28 discos de la década que publiqué de diciembre 2019 a enero 2020, para facilitar la lectura del conjunto.
Llegamos arrastrando el esqueleto al final de la década, apaleados por diez años de sucesos y procesos brutales como la explosión del odio religioso en el planeta, grandes tensiones políticas, la decadencia ecológica, etc. Por suerte, la gente se rebela, los pueblos se levantan y... tenemos música para soportarlo todo, inspirarnos y seguir adelante. Porque el arte y el amor salvan, y el amor al arte salva la música, ya sea underground o mainstream.
Llegamos arrastrando el esqueleto al final de la década, apaleados por diez años de sucesos y procesos brutales como la explosión del odio religioso en el planeta, grandes tensiones políticas, la decadencia ecológica, etc. Por suerte, la gente se rebela, los pueblos se levantan y... tenemos música para soportarlo todo, inspirarnos y seguir adelante. Porque el arte y el amor salvan, y el amor al arte salva la música, ya sea underground o mainstream.
Esta lista comentada de 28 albumes de la década no tiene mayor pretensión (insertar meme de Bart
caceroleando en la casa Simpson gritando “¡mírenme, mírenme!”). No les estoy
tratando de decir que estos son los mejores de los mejores por x, y o z criterio
objetivo. El listado es una selección muy personal de música que me ha
cautivado a lo largo de los años, es música a la que he regresado
insistentemente, por el (extraño) placer que me produce, por parecerme tan
peculiar e inusual como misteriosa (en algunos casos), porque el sentido de
cada disco terminó por enraizarse profundamente en mis playlists cotidianas. Porque todos estos
albumes me animan el espíritu y creo que, con una escucha atenta, le animarían
el espíritu a cualquiera.
La lista está compuesta por un conjunto diverso de artistas, estilos y humores. No son discos de un mismo género musical, a veces agrego bandas que han producido constantemente a lo largo de la década, a veces me refiero a discos que cerraron con broche de oro la década de los 2000, a veces se trata de discos aislados, de estallidos efímeros de genialidad o de bandas desconocidas que se esfumaron tan rápido como alcanzaron un poco de notoriedad. Otras tal vez estan reservando su mejor trabajo para el futuro, mientras que algunos discos son aportes de veteranos de la música pop, que lograron reinventarse y responder a la intensidad de los tiempos. Sea lo que sea, son discos que animo a todos a escuchar.
La lista está compuesta por un conjunto diverso de artistas, estilos y humores. No son discos de un mismo género musical, a veces agrego bandas que han producido constantemente a lo largo de la década, a veces me refiero a discos que cerraron con broche de oro la década de los 2000, a veces se trata de discos aislados, de estallidos efímeros de genialidad o de bandas desconocidas que se esfumaron tan rápido como alcanzaron un poco de notoriedad. Otras tal vez estan reservando su mejor trabajo para el futuro, mientras que algunos discos son aportes de veteranos de la música pop, que lograron reinventarse y responder a la intensidad de los tiempos. Sea lo que sea, son discos que animo a todos a escuchar.
Antes de iniciar, aquí les va una lista de discos que me costó integrar al listado final, pero que vale la pena mencionar:
50. Billy Woods - Hiding Places (2019)
49. Slowdive – Slowdive (2017)
48. Colin Stetson & Sarah Neufeld – Never Were the Way She Was (2015)
47. Aphex Twin - Syro (2014)
46. Liars - Sisterworld (2010)
45. The Body – I Have Fought Against It, But I Can´t Any Longer (2018)
44. Hangman´s Chair – Banlieue Triste (2018)
43. Black Midi – Shlaggenheim (2019)
42. PJ Harvey – Let England Shake (2011)
41. Eyehategod – Eyehategod (2014)
40. Childish Gambino - Because the Internet (2013)
39. El Guincho – Pop Negro (2010)
38. Chelsea Wolfe – Pain Is Beauty (2013)
37. Lord Mantis – Death Mask (2014)
36. Quasimoto – Yessir Whatever (2013)
35. Dj Rashad – Double Cup (2014)
34. Rustie – Glass Swords (2011)
33. Flying Lotus – You’re Dead! (2015)
32. Angel Olsen – My Woman (2016)
31. Danny Brown – Atrocity Exhibition (2016)
30. Women - Public Strain (2010)
29. Big Boi – Sir Lucious Left Foot… The Son of Chico Dusty (2010)
Ahora sí, pasemos al listado comentado:
50. Billy Woods - Hiding Places (2019)
49. Slowdive – Slowdive (2017)
48. Colin Stetson & Sarah Neufeld – Never Were the Way She Was (2015)
47. Aphex Twin - Syro (2014)
46. Liars - Sisterworld (2010)
45. The Body – I Have Fought Against It, But I Can´t Any Longer (2018)
44. Hangman´s Chair – Banlieue Triste (2018)
43. Black Midi – Shlaggenheim (2019)
42. PJ Harvey – Let England Shake (2011)
41. Eyehategod – Eyehategod (2014)
40. Childish Gambino - Because the Internet (2013)
39. El Guincho – Pop Negro (2010)
38. Chelsea Wolfe – Pain Is Beauty (2013)
37. Lord Mantis – Death Mask (2014)
36. Quasimoto – Yessir Whatever (2013)
35. Dj Rashad – Double Cup (2014)
34. Rustie – Glass Swords (2011)
33. Flying Lotus – You’re Dead! (2015)
32. Angel Olsen – My Woman (2016)
31. Danny Brown – Atrocity Exhibition (2016)
30. Women - Public Strain (2010)
29. Big Boi – Sir Lucious Left Foot… The Son of Chico Dusty (2010)
Ahora sí, pasemos al listado comentado:
28. Kurt Vile – Smoke Ring For My
Halo (2011)
El señor Vile, slacker profesional,
le hace honor, en
sus composiciones y su estilo, tanto al estilo narrativo de Bob Dylan
como a la
elegancia de Stephen Malkmus. Kurt, el que se sienta a ponderar la
existencia
con taza de café en mano, una guitarra acústica al alcance y cielos
plateados a distancia. Sus composiciones alternan entre bellos lamentos
sobre el tiempo
perdido, la simplicidad del amor, observaciones sobre males y bienes
sociales…
Su tono vocal y la producción de este disco, ligeramente mojados en reverb y delay, transmiten una mística reconfortante y melancólica a las melodías y líricas del cantautor. Smoke Ring For My Halo
triunfa al ser un disco discreto, simple, pero con melodías, frases y
paisajes que se le meten por debajo la piel, grabados en el inconsciente.
27. Sleaford Mods – Key Markets (2015)
¡Sleaford Mods, Sleaford Mods, Sleaford Sleaford
Sleaford Mods, Sleaford Mods Sleaford Mods, Sleaford Sleaford Sleaford Mods!… suena un bajo distorsionado y
apagado por encima de un loop de batería rápido y nervioso. El duo no
pierde tiempo en preliminares y lanzan desde los primeros segundos de la
primera rola de Key Markets,
su
segundo album, su sonido y estilo atípico. “Algunos se
creen la
mentira de trabajar hasta morir”, nos dice Williamson, en una línea
bastante
clara y resonante de su berborréa sarcástica. “¿Estas atrapado? Yo
también, la
alienación a nadie le molesta.” Esta banda es un especie de post Gang of
Four,
en todo su sentido. En el retrovisor quedó la lucha de clases y las
esperanzas
revolucionarias, pero permanece la inconformidad post-punk ante el mundo
del consumo, con protestas que oscilan entre rap y spoken word, sobre
una base minimalista y bailable (bajo y batería programada, con algunos pincelazos
melódicos de vez en cuando). Permanece también un
sentido de humor ácido de que algo está mal en el modelo social dominante. No
puede ser la injusticia
social, porque, para poder ver esto, habría que quitarse el velo del
consumismo, del comportamiento convencional, vacío y autoerótico. Y eso
nadie
quiere hacerlo.
26. Turnstile – Time & Space (2018)
Breakdowns
infinitos esperando el fin del mundo. Escuchar Turnstile es
recobrar el sentido de la vitalidad adolescente, vibrante y agresiva. La
estética musical del quinteto de Baltimore sirvió en su momento de
oxígeno
para una escena hardcore que tuvo un especie de renacimiento en esta
década, reactaulizando el hardcore puritano, pero también, incorporando
elementos de otros estilos, desde el crossover hasta el neo metal.
Justamente, Turnstile (junto a Angel Du$t) lograron
reintroducir en el mundo de los circle
pits y breakdowns la hibridación crossover
que a inicios de los noventa patentaron bandas diversas como Faith No More, Anthrax
y Leeway. De hecho, Turnstile suena mucho a Leeway, pero la exuberancia de su
juventud, la calidad de las composiciones y la sensibilidad pop que proponen
los convierten en algo que va más allá del nicho under del que salieron. Time
& Space, disco
publicado por una disquera que brilló durante la época del neo metal
(Roadrunner Records), es un testimonio de la re-emergencia del hardcore
en la música alternativa, pero es también un disco que se destaca por su
originalidad entre las múltiples bandas ahora saturan el subgénero.
25. Alchemist – Israeli Salad (2015)
Viajar es vivir, dicen. Y los que no viajan, tienen la
oportunidad de hacerlo a través de sus artistas favoritos. Inspirarse de
viajes, hacer un poco de crate digging
y regresar con sonidos locales para producir nuevos y mejores beats. En el mundo del hip
hop, Madlib es el
rey de hacer mezclas hip hop con sonidos foráneos con base a sus adquisiciones musicales "turísticas". Alchemist, por su parte, es más
conocido por las producciones bombásticas del hip hop old school de
finales de
los noventa inicios de los dos mil, o por sus colaboraciones recientes
con el rapero Action Bronson.
Pero en este caso, el excelente productor decidió echarse "un su viaje"
por los bordes del Mar Muerto. Por alguna razón no se tomó muy en cuenta
esta producción en las listas de los mejores discos de 2015… tal vez
porque es
un disco de “beats”, casi más apto para ser utilizado en batallas de rap
o
concursos de b-boys, pero no dudaría en recomendarlo a cualquiera que ha
escuchado las producciones de Madlib. El resultado es una
mezcla excelente y
cautivante, nunca aburrida, entre sonidos medio orientales y beats hip
hop
excitantes. Un disco que pega igual de fuerte a la primera que a la
veinteaga
vez que se escucha.
24. Queens of the Stone Age - … Like Clockwork (2013)
QOTSA llegó a niveles mainstream desde hace ratos, gracias un
estilo propio a la vez lo suficientemente pegajoso y sucio para agradar a fans
de stoner rock, como accesible y directo para fans del sonido rock, menos
especializados. Songs for the Deaf,
el tercer album de la banda del desierto californiano, cayó en el top 5 de los
mejores albumes de la década pasada de su humilde servidor y seguramente de muchas otras personas. Con Like
Clockwork, QOTSA arremetió de nuevo. Los álbumes que sacaron desde Songs...
no
decepcionaron, pero no habían llegado a su nivel. Con este disco logran
de nuevo producir un clásico del rock, innovando a la vez ya que Like Clockwork
es brillante precisamente porque es distinto de todos los demás discos
que había sacado la banda hasta ese entonces. En este caso, QOTSA sin
tapujos convierten su sonido en un especie
de hard rock glorioso, grandilocuente, pesado, delicado y triste en
algunas ocasiones.
Este disco tiene todo para complacer a cualquier fan del rock setentero
con aspiraciones épicas tipo Led Zeppelin, sin ser un especie de tributo retro, al estilo de ese
entonces, ni ser un disco de neo-garage. En este disco QOTSA hace
auténtico arena rock, y el resultado es
fabuloso. Incluye baladas.
23. Shabazz Palaces - Lese Majesty (2014)
La colaboración de dos de las bandas de metal extremo más brutales y experimentales hoy en día. Tanto The Body como Full of Hell parecen emanar de una pesadilla foucaultiana. El poder ejerciendo sobre el cuerpo, torturándolo. En este album mezclan hábilmente los rasgos distintivos de cada banda. Desde los blast beats ultra rápidos de Full of Hell hasta el doom minimalista y torturado de The Body. Sin embargo, el resultado es más que la suma de las partes. Lo que consiguen sus autores es un collage de experimentaciones lentas, tribales, y explosiones grind que se funden en un caos noise. A notar también, que siempre que la oigo me suena increíble la voz de Chip King, cantante de The Body: la voz de un auténtico histérico, que encapsula la locura moderna.
21. Hiatus Kaiyoté - Choose Your Weapon (2015)
20. Orval Carlos Sibelius - Superforma (2013)
Orval Carlos Sibelius (Alex Monneau and co), brasileño parisino, puso todas sus fuerzas Kosmische en este álbum. Un album totalmente retro, que suena a psicodelia de la mera época, con un conjunto de instrumentación, melodías y progresiones que deletaría a los Beatles, y con un sentido estructural pop que recuerda a la sensibilidad de Radiohead. Superforma es un viaje sonoro con varias capas, y es un placer descubrir la profundidad del viaje. Desintegracao es una perla pop psicodélica, mientras que Spinning Round toma caminos alternos, pasando por experimentaciones hindú y teclados alucinantes. Es la densidad de las composiciones lo que hace de este disco una obra super agradable. Una cebolla psicodélica con capas y sabores inesperados. Por si fuera poco, el sonido de Orval Carlos Sibelius es claramente un sonido de la tradición pop o indie francesa que le rinde tributo a los sonidos del pasado galo, esa exquisitez en la composición y el inevitable "cool"-ismo de bandas como Stereolab o Air.
19. Das Racist - Sit Down, Man (2010)
Das
Racist, compuesto por Himanshu Suri alias Heems, Victor Vasquez alias
Kool A.D y Ashok Kondabolu alias Dap, fue una banda de rap formada en
Brooklyn Nueva York. El Segundo mixtape del
trío suena estilísticamente como un album hip hop de la rama de De La
Soul o Beastie Boys,
actualizado para la década venidera. Es un hip hop que no se toma
demasiado en serio, todo lo contrario, They called us joke rap, we kind
of weed rap dice Heems... pero es en esa libertad y autoparodia que se
vuelven brillantes. También, en su sentido sarcástico de lo que se
entiende por fama, éxito, inteligencia, etc, en las sociedades
occidentalizadas. Solo hay que ponerle un poco de coco a sus líricas y a la
estructura de sus rimas. En su mayoría se trata de un juego de
asociación libre basado en la búsqueda de rimas bien hechas, basadas en
un amplio espectro cultural. De alguna manera logran rapear en un mismo
flow sobre fumar mota, el escritor Aimé Cesaire, la marca de vestir
Nautica (entre muchas otras marcas que mencionan) o George Costanza de
Seinfeld. Con esto, logran establecer un estilo propio basado en
aparentar que no saben lo que están haciendo, demostrando al mismo
tiempo todo lo contrario.
18. Nicolas Jaar - Sirens (2016)
El
mensaje subyaciente de este album es una crítica social, enraizada en
el sentimiento de inercia o la imposibilidad colectiva en la que nos
encontramos en tiempos presentes. Es significativo que sea una persona,
mitad chilena, mitad gringa, el originario. El mensaje es el siguiente:
hemos perdido el sentido de la historia y la sociedad que nos rodea es
una jaula de hierro, bonita pero dura y fría. En el momento en que Jaar
decidió politizar su universo sonoro, su música, que de por sí era una
electrónica minimalista e introspectiva interesante, accedió a un estado
distinto pero rico en sentido y en posibilidades. Sigue siendo música
contemplativa y espaciada, pero Jaar le agrega otras dinámicas al
conjunto. La canción Governor, por ejemplo, suena al inicio como algo
que podría haber hecho UNKLE, por las tonalidades que emplea y la
simplicidad rock de la instrumentación, transformándose paulatinamente
en un opus catártico que termina por perderse en el camino. La canción
"No", por su parte, es una cumbia glitch, lenta e introspectiva, en la que
se repite la idea de los cambios que no son cambios, la serpiente que
se muerde la cola. Las Sirenas que nos cautivan a la vez que nos
deslumbran. "Nicolas Jaar está en todo".
17. Metz - Metz (2012)
En
la década de 2010 hubo un resurgimiento nostálgico de los sonidos
alternativos noventeros. Shoegaze, Pop Punk, Emo, Grunge, etc, todos
pasaron por las manos de músicos que buscaban reactualizar esa época,
con o sin el interés genuino por decir algo nuevo, usando las claves
melódicas y estructuras de ese entonces. Metz entra en el grupo
de bandas que buscaron decir algo nuevo, a la vez que le rinden tributo
al "poder crudo" de esa época. ¿Y qué banda fue más "cruda" y agresiva
que Nirvana, en la época que sacaron su primer disco, Bleach? Metz
suenan en su primer disco como una banda que se formó con una copia del
Bleach sonando perpetuamente en el fondo de su inconsciente colectivo.
La genialidad de su música, sin embargo, es la amalgama de estilos y los
puentes que logran establecer entre subgéneros que nacieron en ese
entonces. Metz no solo es una reactualización de Nirvana, junto a bandas
como The Men o Destruction Unit, buscan reactualizar el noise rock
noventero a través de canciones rock directas, repetitivas y ruidosas, a
veces psicodélicas. Rock efectivo, adictivo y potente.
16. Yob - Clearing the Path to Ascend (2014)
16. Yob - Clearing the Path to Ascend (2014)
El título suena como el leitmotif de
toda la orquestación presente en este
album. En efecto, el sentimiento que le puso el power trio de Oregon a
este conjunto de canciones es de absoluta trascendencia. Por algo es
descrito el sonido de Yob en el interné como "Doom épico". Es poco
decir. Las composiciones de Yob son lentas y masivas, sin ser monotonas.
Los riffs están en constante transformación, y la voz de Mike Scheidt
es suficientemente amplia y polifacética que constituye un complemento
indispensable al conjunto. Clearing The Path To Ascend es un
album excelente porque cada canción (son cuatro en total) aporta de manera
única al conjunto. La primera canción es una pieza doom lenta e
hipnótica. En la segunda canalizan a su Neurosis interno, creando en auténtico maelstrom sonoro. En Unmask the Spectre,
empieza oficialmente la ascensión, una canción con una guitarra
siniestra que desemboca en uno de los momentos más épicos del album, y
termina por recaer en un riff doom pesadísimo. La última canción, Marrow,
termina de puntualizar el album gracias a una melodía pegajosa, la voz claro oscura de Scheidt y la
grandilocuencia de un doom que es tan pesado como esperanzador.
15. Deftones -Diamond Eyes (2010)
15. Deftones -Diamond Eyes (2010)
Me
costó recobrar el gusto por los Deftones en la época cuando sacaron
este disco. Fueron una banda que idolatré en mi mera adolescencia, los
vi varias veces en vivo, y siempre tuve ese
especie de crush que le tiene uno a bandas que amó en algún momento de la vida.
Pero cuando salió Saturday Night Wrist en
2006 sentí que habían topado en su creatividad. Cuatro años después, la
banda regresa con su quinto album; un disco influenciado en
gran medida por una tragedia personal que afectará al grupo de
hermanos carnales: un accidente de carro en 2008 que deja al bajista Chi
Cheng en un estado de coma. La tragedia es el catalizador que revitalisa al
grupo. Con Diamond Eyes la banda mantiene ese trademark de sonido pesado
y metaloso, con
tintes shoegaze y con un tono de guitarra tipo Meshuggah. Tampoco es
particularmente experimental el disco. Es otra cosa… es un
discos que potencia el sonido pesado y melódico que patentaron, pero con
una
alegría y creatividad renovada, en gran medida por la resilencia del
grupo de
amigos que perdieron a un miembro.
14-13-12. Swans -The Seer / To Be Kind / The Glowing Man (2012 - 2016)
Lejos del mainstream y la estética pop, se encuentra un
universo musical con artistas que, al hacer música, canalizan un linaje
artístico que parece responder a otra
cosa. Esa otra cosa, una otredad extraña que le debe más a la lenta
progresión de la cultura, arraigada en la historia precisa de un
espacio/territorio,
compuesta por ritos y ceremonias. Swans, como algunos de sus
contemporáneos
(Current 93, Coil, June of ), son los herederos de esta tradición. Su imaginario
trasciende y se oponen frontalmente a los formatos
de la industria musical. Por eso es que el renacimiento de
Swans en esta década ha sido tan refrescante para la música alternativa.
Es
regresar a ese secreto oscuro y atemporal, que el mensaje vehiculado en
canciones aparentemente pop puede ser un portal al pasado y a
estructuras
profundas de la experiencia humana.
The Seer, junto a To Be Kind y The Glowing Man componen una trilogía intensa de composiciones hechas por, la nueva iteración de Swans, dirigida por Michael Gira. Con los años de perspectiva, parece claro que los tres albumes hacen parte de un mismo impulso creativo, basado en la creación de ambientes de trance, aullidos del inconsciente, explosiones catárticas y momentos introspectivos. Asimismo, la progresión entre discos también parece tener un "meta" sentido. The Seer es la obra más oscura, es la explosión inicial y las declaraciones sobrenaturales o la formación inicial de la consciencia. En To Be Kind, la bestia camina y piensa, y comienza a sentir y a gritar las necesidades del ello. La bestia es el conjunto de la experiencia humana, es belleza y crueldad reunidas. En The Glowing Man, las meditaciones del conjunto parecen volar, gracias a retoques etéreos y espaciales. Las ideas del album siguen siendo similares: las voces se elevan cantando psalmos paganos, lamentando las contradicciones humanas, la belleza y el horror cotidiano. Escuchar a Swans no es fácil, pero la gratificación final, para las personas que le encuentran placer a las obras artísticas paradójicas, es grande.
The Seer, junto a To Be Kind y The Glowing Man componen una trilogía intensa de composiciones hechas por, la nueva iteración de Swans, dirigida por Michael Gira. Con los años de perspectiva, parece claro que los tres albumes hacen parte de un mismo impulso creativo, basado en la creación de ambientes de trance, aullidos del inconsciente, explosiones catárticas y momentos introspectivos. Asimismo, la progresión entre discos también parece tener un "meta" sentido. The Seer es la obra más oscura, es la explosión inicial y las declaraciones sobrenaturales o la formación inicial de la consciencia. En To Be Kind, la bestia camina y piensa, y comienza a sentir y a gritar las necesidades del ello. La bestia es el conjunto de la experiencia humana, es belleza y crueldad reunidas. En The Glowing Man, las meditaciones del conjunto parecen volar, gracias a retoques etéreos y espaciales. Las ideas del album siguen siendo similares: las voces se elevan cantando psalmos paganos, lamentando las contradicciones humanas, la belleza y el horror cotidiano. Escuchar a Swans no es fácil, pero la gratificación final, para las personas que le encuentran placer a las obras artísticas paradójicas, es grande.
11. BADBADNOTGOOD – III (2014)
BADBADNOTGOOD son una banda que pareciera que se dedica
a hacer canciones jazz en honor al arte del cratedigging
en el hip hop. Es un combo de músicos que parecen directos salidos de la Julliard, estudiando
a los grandes del
jazz en clase de día, dejandose llevar el jazz modal de Miles Davis o
las reinterpretaciones jazz-RnB de Madlib
de noche. El resultado de sus composiciones cautiva al ser
estructuralmente jazz o RnB (clásico), a la vez que suenan
completamente actuales, para nada retro. Esa particularidad de su música
ha
conducido al cuarteto a colaborar con artistas tan variados como
Ghostface
Killah, Vince Staples, Colin Stetson, Kaytranada, aun si son
primordialmente una banda de jazz. La música de esta banda es
inmediata, suave sin ser easy listening,
dinámica y progresiva, con una calidad de composición fascinante. Sin
olvidar
el barrio hip hop que sueltan de vez en cuando, arrasando todo en su
paso. En su primer album, III, el cuarteto demuestra hábilmente esa
fusión de estilos, pasando hábilmente de canciones post bop a jazz hip
hop, a momentos más tranquilos.
10. Algiers - The Underside of Power (2017)
A la Iglesia de Franklin James Fisher y compañía, si
iría. Sería una experiencia trascendente de otro tipo. Enfrente del
altar, el pastor Pantera Negra lanzaría su sermón revolucionario,
flanqueado por coros gospel a su izquierda, un sintetizador y guitarras
eléctricas a la derecha. Es que la música de la banda de Atlanta es una
mezcla inédita de rock, noise, industrial, gospel y soul. Al principio
puede parecer extraña, porque lo es, si nos aferramos al los estándares
del rock. Conforme se disipa el sentimiento de sorpresa, lo que queda
es un sonido intenso, denso, dinámico. El segundo álbum de esta banda
atípica es una explosión sonora que ataca tus sentidos de varias
maneras. Una producción distorsionada en la que resaltan las baterías
programadas frenéticas, los teclados ochenteros y la voz de crooner
mesiánica de Fisher. Lo que amarra el conjunto es una columna vertebral
dance punk junto a las líricas políticas radicales del cantante. En el
mundo de Algiers, la urgencia de una auténtica revolución es la
prioridad, y, con el mundo en llamas, ¿quién soy yo para refutarlo?
9. Run The Jewels – Run The
Jewels (2013)
EL matrimonio Norte y Sur del hip hop. “El-P” (El-producto) con Killer Mike, Brooklyn
copulando con Atlanta con Amerikkka’s
most wanted sonando de fondo. El coolismo frío y duro de NY con el
sudor
groovy del sur negro estadounidense. El resultado es un hip hop
energético, con
líricas muchas veces políticas, astutas, fanfarrónas, siempre
demoledoras. Run
The Jewels son el Rage Against The Machine de 2010, por la energía
bombástica y
consciente que desplegan. No es casualidad que hayan enlistado a Zack de
la
Rocha para una rola en su segundo album. Pero el primer album que
sacaron es el
mejor, no se confundan. Es el que quema más lento y pega más fuerte, a la larga. La
producción tiene el sello clásico de EL-P: música urgente, energética y
potente, con sirenas y destellos futuristas. El intercambio de versos
entre él y Killer Mike es excelente, con una química innegable. El disco
consta de suficientes momentos distintos, en los que los MCs nos
demuestran su gran habilidad para rapear, mientras que El Producto nos deleita
con unas de sus mejores producciones (la homónima Run The Jewels, Job
Well Done, Get It). Un disco indispensable de hip hop contemporáneo.
8. Jessy Lanza - Oh No (2016)
En
un mundo paralelo, más mágico y romántico que este, Jessy Lanza es la
estrella pop que llena estadios. De cierta manera, Lanza es la heredera
underground de la mística ochentera instituída por Prince o Madonna.
Solo que en este underground, el pop que reina está despojado de
producciones chiclosas y pretenciones universalistas. Reina, en
realidad, un minimalismo chic y demandas románticas personales. Así es
como el universo sonoro de Lanza es un puente entre la genialidad de las
megaestrellas ochenteras y el sonido contemporáneo de productores de
electrónica vaporosos como Junior Boys, Caribou o Andy Stott. Aunque su
sonido no es únicamente una síntesis de estilos. Su sonido, propio y
personal, es tributario de una tradición de pop experimental minimalista
e influenciado por una amplia gama de sonidos y ritmos. En este disco,
Lanza parece influenciada por sonidos modernos desde el footwork, a
formas de electro africano (a veces sonando para nuestros oídos como un
especie de reggaeton esquelético), sin olvidar el eterno retorno a la
vibrante melancolía del house. Un disco que vale toda la pena y que se
revela conforme se repiten las escuchas, pese a su inmediatez pop.
7. Death Grips -The Money Store /No Love Deep Web (2012)
Una razón para tomar en cuenta ambos albumes en un mismo sentón es que, al final, ambos discos hacen parte de un mismo mini período para Death Grips. Una banda que causó tanto impacto cuando sacó su primer mixtape, que fue cortejada y luego firmada por la disquera Epic. The Money Store, publicado en abril 2012, fue el primer disco oficial de la banda y el primero para Epic. No Love Deep Web, por su parte, fue filtrado en línea a propósito por la banda en octubre del mismo año, y condujo al fin de la relación con la disquera. De cierto modo, son los albumes más accesibles de Death Grips, una banda que ha construido su reputación con abstracciones lacerantes de noise y beats agresivos, la batería maniática de Zach Hill (antiguo lider de la banda Hella) y el nihilismo paranoico, ahogado, de MC Ride. Aunque a veces pareciera que la banda es un especie de gusto adquirido, por lo poco accesible que pueden sonar a veces, los dos discos son lo suficientemente directos y percutantes para poder ser apreciados por fans de metal, de noise, de música extrema o de hip hop experimental en general. En ambos discos se repite la tónica de Death Grips más atractiva, para mi gusto: una producción raquítica, canciones bombásticas manejadas por beats infecciosos, explosiones rítmicas, líricas obtusas, de las que desborda la imaginación de un lunático. Cuando emergió Death Grips, se hablaba de un especie de sonido futurista distópico único para su época y que tal vez sería mejor comprendido más adelante. 8 años después, nada suena como Death Grips, pese a los intentos de algunos, no hay otras bandas como ellos, lo único que si refleja esa visión futurista esla locura de un mundo cada vez más insensato y oscuro.
6. Tirzah - Devotion (2018)
El debut de la londonera, un album que brilla por la
vulnerabilidad a flor de piel que desplega Tirzah Mastin, mujer de 32 años, con la ayuda
de su mejor amiga, Micachu, artista responsable del soundtrack de la lica Under The Skin (Jonathan Glazer, 2013).
Vulnerabilidad y simplicidad. Se trata de 11 canciones, cortas, lacónicas, lentas, de ambiente "depre", extrañas, en las que la cantante plasma sus reflexiones sobre el amor perdido, idealizado o vivido.
Una simplicidad contundente y bella que no había escuchado desde el debut de the XX. Es una contemplación melancólica sobre el amor, el deseo, el anhelo de lo que fue, en una mirada, en un acto… Devotion triunfa por la delicadeza de las composiciones, los ritmos lentos (que recuerdan a Mount Kimbie o los inicios de James Blake), la simplicidad vulnerable de las notas de sintetizador que pululan de trasfondo, y la sensibilidad de Mastin.
Vulnerabilidad y simplicidad. Se trata de 11 canciones, cortas, lacónicas, lentas, de ambiente "depre", extrañas, en las que la cantante plasma sus reflexiones sobre el amor perdido, idealizado o vivido.
Una simplicidad contundente y bella que no había escuchado desde el debut de the XX. Es una contemplación melancólica sobre el amor, el deseo, el anhelo de lo que fue, en una mirada, en un acto… Devotion triunfa por la delicadeza de las composiciones, los ritmos lentos (que recuerdan a Mount Kimbie o los inicios de James Blake), la simplicidad vulnerable de las notas de sintetizador que pululan de trasfondo, y la sensibilidad de Mastin.
5. Enablers - Blowned Realms and Stalled Explosions (2011)
Enablers es una banda absolutamente genial, tan alejada del coolismo hipster
o el chicle mainstream, que su música desaparece entre la millonada de
sonidos contemporáneos publicados y compartidos. Esto no debería ser
así, si solo se promoviera más su música y confiáramos en el puro placer
que produce escucharlos.
Enablers, banda de San Francisco, liderada por el poeta y escritor Pete Simonelli, es un proyecto en el cual Simonelli plasma sus poemas y reflexiones spoken word en una lona post-rock, que suena a un cruce entre Fugazi y Slint. En el cuarto y último album que sacaron, continuaron perfeccionando esa especial amalgama de palabras y música. Las palabras del poeta que combinan con una música a veces explosiva, intimista, compleja… es música dirigida por una cascada de arpeggios atonales, con una voz estoica que balbucea ideas luchando al mismo tiempo en contra de una marea de instrumentación sincopada. Si es bastante original escuchar un disco de rock con un vocalista que habla más que canta, la absoluta genialidad de este album se encuentra más bien en la calidad de las composiciones y la bellísima dinámica melódica instalada por las guitarras de Joe Goldring y Kevin Thomson.
Enablers, banda de San Francisco, liderada por el poeta y escritor Pete Simonelli, es un proyecto en el cual Simonelli plasma sus poemas y reflexiones spoken word en una lona post-rock, que suena a un cruce entre Fugazi y Slint. En el cuarto y último album que sacaron, continuaron perfeccionando esa especial amalgama de palabras y música. Las palabras del poeta que combinan con una música a veces explosiva, intimista, compleja… es música dirigida por una cascada de arpeggios atonales, con una voz estoica que balbucea ideas luchando al mismo tiempo en contra de una marea de instrumentación sincopada. Si es bastante original escuchar un disco de rock con un vocalista que habla más que canta, la absoluta genialidad de este album se encuentra más bien en la calidad de las composiciones y la bellísima dinámica melódica instalada por las guitarras de Joe Goldring y Kevin Thomson.
4. Cattle Decapitation - The Anthropocene Extinction (2015)
Cattle
Decapitation es el héroe que nos merecemos, no el que
necesitamos. Cattle Decap es una banda de Death Metal Progresivo vegana
que ha comprendido la crisis de la humanidad mejor que nadie. Las
canciones que componen este disco son conflagraciones
sonoras contra la conformidad, estúpidamente piadosa ante la destrucción
de la
naturaleza, con riffs demoledores y refranes dramáticos, "boosteados"
por la inigualable voz de Travis Ryan. Cada refrán en cada canción de
este
album es una oda a la destrucción del mundo, porque el ser humano es el
único
responsable de su destino anunciado. Y... todo eso suena muy bien, pero ¿quid de la música? Pues, es simplemente excelente. Con este album, que siguió el canónico Monolith of Inhumanity,
la banda potenció la receta del disco anterior: una producción más
potente, la multiplicación de riffs y tempos ultra rápidos, junto al
desarrollo de la voz camaleónica de Ryan. La melodía en la voz y la
multiplicación de cambios de tempo e ideas de riffs convirtieron a esta
banda en algo más que una banda de Death/Grind, similar a Strapping
Young Lad en los años noventa, liderada por otro freak vocal, don Devin
Townsend. Con The Anthropocene Extinction, la banda siguió el diseño de Monolith, pero
potenció el aspecto melódico de las composiciones, casando las
elevaciones agudas del vocalista con refranes épicos y blastbeats
asesinos. ¡Discazo!
3. Converge - All We Love We Leave Behind (2012)
Para los que me conocen personalmente, saben que Converge es una de mis bandas favoritas, y Jane Doe
(2001) uno de mis álbumes favoritos. Razón por la cual, como con
Deftones, tiendo a ser más tradicionalista, sin ponerle mucha atención a
las producciones más recientes. Pero este disco no solo superó mis
expectativas, sino que ahora lo veo como el 1B a la par de Jane Doe. Esta es la obra más madura del grupo, que refleja los años de progresión de por medio. Con este album dejaron de ser los kids
enojados que tocaban en sótanos oscuros y húmedos, y cada uno de los
miembros ascendió a otro nivel personal y musical. Cuando salió este
disco, Kurt Ballou ya era un productor experimentado, Jacob Bannon un
artista
y empresario consagrado (como pintor, como dueño del sello Deathwish),
Ben Koller llevaba años prestando sus talentos inigualables de
bateriista a varias bandas y Nate Newton un compositor bien fogado, con
proyectos como Old Man Gloom y Doomriders. Pero Converge, su bebé,
también se merecía toda la atención del cuarteto, y la suma de talento.
Con All We Love We Leave Behind, El cuarteto logra
sacar un disco de "death and roll" pulverizante, haciendole honor al
sonido sueco metalero, menos basado en la multiplicación de planos
caóticos, y más en mantener una esencia salvaje, punk, y rocanrol, con
una claridad en el sonido que no se tenía
hasta ahora. El disco es el resultado de una banda en su cúspide de
madurez,
que no ha perdido aun su edge y que
mantienen la frescura de sus composiciones, directas y claras, al buche.
2. Flying Lotus - Cosmogramma (2010)
Es posible argumentar que el sonido pop mainstream de esta década no sería lo que es sin las contribuciones, desde el underground,
de artistas de música electrónica experimental como Flying Lotus,
Hudson Mohawke, Rustie, Lunice o Arca. En particular, Flylo es uno de
los pioneros del cruce entre el hip hop y jazz que aparece seguidamente
en producciones de hip hop o RnB (un cruce distinto del que inició A
Tribe Called Quest en los noventas).
La influencia de Flylo es evidente, por la importancia y la calidad de producciones que salieron de su disquera, Brainfeeder, así como por conseguir acercar a la juventud sónica millenial al jazz. Pero en donde este artista brilla más, es en su trabajo como compositor.
Cosmogramma es una experiencia auditiva que me recuerda el impacto que tuvo Kid A en el paisaje pop en la década anterior. Es un disco fácil de escuchar, placentero, pero denso y complejo para desenmarañar, a la vez. El tercer álbum del alter ego de Steven Ellison es la síntesis perfecta del sonido Flying Lotus. Es un especie de collage musical, producido por una mente inquieta que salta hábilmente entre una cantidad de sonidos extraños y tendencias musicales. música electrónica con bajos aplastantes y un sentido del ritmo hip hop delicioso, pero también, experimental, con elementos de freejazz, psicodelia y momentos de genialidad libre dignos de un Bitches Brew.
La influencia de Flylo es evidente, por la importancia y la calidad de producciones que salieron de su disquera, Brainfeeder, así como por conseguir acercar a la juventud sónica millenial al jazz. Pero en donde este artista brilla más, es en su trabajo como compositor.
Cosmogramma es una experiencia auditiva que me recuerda el impacto que tuvo Kid A en el paisaje pop en la década anterior. Es un disco fácil de escuchar, placentero, pero denso y complejo para desenmarañar, a la vez. El tercer álbum del alter ego de Steven Ellison es la síntesis perfecta del sonido Flying Lotus. Es un especie de collage musical, producido por una mente inquieta que salta hábilmente entre una cantidad de sonidos extraños y tendencias musicales. música electrónica con bajos aplastantes y un sentido del ritmo hip hop delicioso, pero también, experimental, con elementos de freejazz, psicodelia y momentos de genialidad libre dignos de un Bitches Brew.
1. Björk - Vulnicura (2015)
A todos nos han roto el corazón en alguna ocasión. Todos hemos sentido el desgarrante sentimiento de perder a alguien. En el fondo, Björk siempre ha sido la artista de la ruptura amorosa, aunque no lo supieramos hasta el momento en que sacó este album. Respaldada por una de las mejores productoras de música electrónica vanguardista, la venezolana Arca, la Islandesa generó un album entero alrededor del tema de la ruptura. Björk desembocó en una obra de arte estéticamente bella y esperanzadora. Es decir poco. Este es un album concepto que explora temáticamente las diferentes fases emocionales de una ruptura: la confusión inicial, la duda, el recuerdo, el dolor, la añoranza de los proyectos comunes, la dolosa aceptación. Concluye, en las últimas tres canciones, elevando el dolor y melancolía de la separación a un nivel superior de poesía, filosofía y arte.
El estilo harmónico del disco es el pegamento que le da la coherencia general al disco. Es un disco repleto de cuerdas clásicas que le dan ese toque grandioso al conjunto, complementadas de manera peculiar por los glitches y los beats minimalistas y quebrados de Arca. Con los beats y la ambientación electrónica entonces, el duo consigue crear un sentimiento permanente de fragilidad y melancolía, que se mezcla de manera disímile con la historia que cuenta la artista a lo largo de cada movimiento. El resultado final es una obra completa en la que las distintas capas musical, sentimental, poética, se complementan entre sí de forma fantástica.
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