El Dubstep es un estilo musical que todavía no se ha liberado de la incognita sobre la verdadera substancia del mismo: ¿Estamos hablando de una moda, o de un nuevo estilo de música bailable?
La mara que apoya la primera opción, seguramente estarán hartos de oir ese wa wa repetitivo, saturado y el especie de "big base" à la Skrillex que lo acompaña, como marcas de la superficialidad del mismo. O sea, se puede transformar cualquier canción en un himno dubstep solo con descubrir el secreto de hacer esos soniditos.
La mara que lo reconoce como un género aparte con todos sus derechos, seguramente estará enamorado, como es mi caso, de ese ritmo tan particular, que hace que la gente se mueva de otra manera... ese especie de transe que brinda, como lo fue el "amen beat" para el drum n' bass, el ritmo tan particular de este. Y eso hace toda la diferencia. La estructura es atractiva, es visceral. Seguramente eso fue lo que motivó a Justin Broadrick a retomar los controles creativos preJesu y reformarse como JK Flesh, un especie de nuevo retoño, actualizado, de Godflesh. Porque de eso estamos hablando, de poner a Godflesh de moda, de nuevo.
Posthuman es entonces el intento de Broadrick de retomar el sonido abrasivo industrial de sus inicios con Godflesh y con otras encarnaciones (Final, Techno Animal), y darle una nueva identidad, basándose en la rítmica dubstep, pero además, apegándose a lo que realmente hace del dubstep un género aparte: el instalar un ambiente "dub", parecido a lo que los maestros del sonido Illbient (Spectre, Bill Laswell, las producciones Wordsound...) empezaron a hacer desde mediados de los 90's (ver el post sobre el crooklyn dub consortium en este blog). O sea, un sonido tripeado, personal e intenso, pero a la vez bailable (recuerda hasta cierto punto el éxito del sonido de Ministry en la época Mind Is a Terrible Thing to Taste y Psalm 69, 88-93).
La nueva identidad del Dark Ambient de Broadrick es todo un éxito, déjenme decirles. Seguramente uno de los mejores albumes de este año.
para oirlo: diegopad.insgt@gmail.com
Gran disco. Creo que el gran mérito que tiene es probar, una vez más, que JKB, aunque estaba dándo un poco vueltas sigue teniendo ese genio que lo convirtió en una de las referencias de la música Underground en los años 80, 90 y 2000. Esa capacidad de reinventarse siendo fiel a si mismo no la tiene todo el mundo.
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