30.9.14

Eyehategod (2014)

14 años.

14 años separan a Confederacy of Ruined Lives de Eyehategod, el nuevo album homónimo de una de las bandas más queridas de la escena de Nuevo Orleans y más importantes de la escena de música pesada norte americana, en general. Quién no estuviera enterado de su recorrido actual pensaría que la banda se acabó cuando los diques de la ciudad sucumbieron en el 2005. Pero resulta que, la banda, que cuenta ya con más de 25 años de existencia, es una de esas bandas que no necesita la constancia de la industria, ni la seguridad de ser empleados por disqueras,- ni tampoco la reconstrucción de una ciudad hundida - para reiterar y mejorar su sonido, cuando se les de la gana. No es por casualidad que este disco es descrito por ellos mismos como un renuevo. A bounce back.

Eyehategod son los hijos despreciados de Dios,  bastardos que se refugiaron en el único hogar que los aceptaría: el hogar sabbathiano. Son la decadencia encarnada en refranes de desesperación moderna. Cantan canciones de abuso autoinfligido, de un fracaso multidimensional que va desde la represión sistémica de una sociedad perdida hasta la experiencia individual de vivir en cuartos insalubres, con la única compañía de tu soledad y tus deseos de muerte, o tus drogas. Son los mensajeros del fracaso.

Pero ¡qué fracaso más glorioso! Músicalmente, son los dignos herederos de Black Sabbath y del Blues sureño. Conceptualmente, serían Sabbath si solo el Sabbath se hubiera inspirado más de la decadencia urbana que de cuentos de brujas y de magos para conformar su imaginario. Son la ira del punk-hardcore ochentero.

No es casualidad que Eyehategod inicia con una salva de crust punk, acelerada y rabiosa con Agitation! Propaganda, una canción de urgencia tipo The Exploited, tanto en forma como en estilo. La rabia punk de esta primera canción y el breakdown stoner masivo en el que desemboca es el punto introductorio que da el tono de este album (algo que lo vuelve distinto de los discos antecedentes): el riff sabbathiano, en su máxima gloria, con un gusto y con un groove que da placer escuchar por el juego de tiempos y compases que arman de manera perfectamente natural. Estamos aquí en territorio de grandes. El arte del breakdown más pesado que pesado es reiterado en este caso, retomando toda la esencia de la música de los viejos de Birmingham: la habilidad de hacerte moshear, la habilidad de hacerte mover la cabeza y el cuerpo, Robitussin and Rejection, con cambios de ritmo drásticos, que van desde el swing hard rock Worthless Rescue hasta el martillazo Doom Flags and Cities Bound... Cabe también hacer mención de la presencia vocal que tiene Mike IX Williams, con ese estilo agonizante, agudo y rasposo, que funge como el representante de esa crítica social/personal introspectiva que ha hecho la fama del grupo.

Aún en la derrota del día a día, podes levantar el puño.

4 comentarios:

  1. http://www.mediafire.com/download/1b1hsucrs9rljcb/Archivo_comprimido.zip

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  2. A pedírtelo iba esta semana. Que bueno que lo subiste con todo y "rebiu"

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  3. Señor, que gran reseña, apenas hace días desempolvé el "In the Name of Suffering" glorioso y devastador debut. Este nuevo no lo he escuchado, pero trataré de conseguirlo en original. Lo que más me gusta de Eyehategod es precisamente eso, el canto a la decadencia, alguien lo tenía que hacer. Saludos.

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