28.1.16

Svet Saló, Madre Devoradora, Look Out!! Phantom Whores!!

Mañana hay toque jóvenes. Lléguese a Trova Rock a disfrutar de un poco de música 100% original de la capirucha. Ahí por el centro histérico.



Los vemos.

22.1.16

Cancion del Dia: Iggy Pop & Josh Homme - "Gardenia" (En Vivo en The Late Show)

Empecemos el 2016 entonces con nueva música de estos dos guapos caballeros bien vestidos. Buen rockon bien funky cortesía del inigualable Iggy y una banda comandada por Mr. Homme. Los dejo con "Gardenia", primer single del disco Post Pop Depression estrenado anoche en el Late Show de Stephen Colbert. 



19.1.16

Moonage Daydream: De Major Tom a Lazarus


En estos días sobran los tributos al icónico David Bowie. Una infinidad de artistas, periodistas y meros mortales (presente) han escrito sobre la influencia y lo que significó para ellos el aporte artístico de este señorón. Y con toda razón. Bowie demostró a través de una larga y fascinante carrera lo que significa estar en constante evolución. Un consumado artista que hasta sus últimos días (literalmente) no dejó de crear. Esa fascinación por el poco convencionalismo y lo “raro” pero atractivo que nos parecía su propuesta, el periodista Rob Shefield la define mejor:   “He was the most human and most alien of rock artists, turning to face the strange, speaking to the freak in everyone…’’

Bowie también fue de los pocos en lograr un gran éxito comercial sin perder la mística que lo hacía especial. No se le puede definir como un artista underground porque siempre estuvo al frente de los medios masivos; pero más bien parecía un extraño invitado que se “colo” a la fiesta para demostrar cómo debían hacerse las cosas de verdad. En cierta forma, fue el artista de culto más popular de todos los tiempos.

 Ground Control To Major Tom

Aquel David Jones que decidió cambiarse su apellido a Bowie para no ser confundido con el cantante de la entonces popular boy band The Monkees apareció como un artista folk a finales de los sesenta. Cantando sus primeras piezas neo psicodélicas muy acorde al sonido británico de esos tiempos donde bandas como Pink Floyd y T Rex (en ese entonces llamada Tyranosauous Rex) pintaban el undeground londinense con rock espacial y bizarro. Pocos pusieron atención al joven David.

No fue hasta que aparece Space Oddity  con un look más andrógeno que nuestro héroe empieza a despegar. Los tiempos también habían cambiado; el espíritu político de los sesentas estaba muriendo abriendo paso a una nueva década más hedonista, más individual y cruda. Tal vez la respuesta estaba en las estrellas. Aquel Major Tom de Space Oddity; un chaval producto de los “swinging sixties” ahora buscaba horizontes nuevos fuera de lo conocido. Hacia lo inexplorado. El mundo quedo fascinado con este marciano de pelo rojo que con su guitarra acústica nos contaba su historia sobre haberse quedado flotando en el espacio. Poco se imaginaron hasta donde los llevaría el viaje.

Esos horizontes se expandieron aún más con sus siguientes dos discos; The Man Who Sold The World y Hunky Dory. Este último cimento a Bowie como un cantautor inigualable. Audaz desde el manifestó de “Changes” rompiendo los espejos de la melancolía; el drama espacial de “Life on Mars?”, y las estupendas movidas de “Oh You Pretty Things!”. David había llegado para quedarse.

A Lad Insane

El teatro fue también una de sus primeras inclinaciones artísticas. Inclusive formo parte de un colectivo de mimos a finales del 69. El aspecto visual fue clave en potencializar las canciones de muchos de sus discos. Llevando así una revolución que no solo se limitaba al sonido sino también al look. “Glam Rock” le apodo la prensa a esta nueva ola decadente donde los chicos parecían chicas y la música rebalsaba de lujuria y personalidad. 


Estas nuevas divas del rock eran comandadas por artistas de la talla de Roxy Music, Sweet, Marc Bolan y por supuesto Bowie. Ahora convertido en el nuevo mesías del rock n roll con Ziggy Stardust and The Spiders From Mars. Tal vez el disco más notorio de toda su carrera musical. El álbum que finalmente lo subió a la constelación de las grandes estrellas pop. Le trajo su primer éxito comercial con “Starman” y le gano un ejército de fanáticos perdidos en los himnos protopunkosos  de “Moonage Daydream”, “Suffragatte City” y “Ziggy Stardust”. En la misma vena glam, Ziggy tuvo dos secuelas: Aladdin Sane y Diamond Dogs. Pero en la cima del extasis glam, era necesario matar al ídolo y volver a empezar.

Don’t let me hear you say: Life is taking you nowhere

Colaboraciones hubieron muchas para mediados de los setenta. Tanto en su propia música como en la de otros. Lo que Bowie tocaba lo convertía en oro. Escribiendo el máximo hit de Mott The Hopple “All The Young Dudes”, reviviendo la carrera de Lou Reed produciendole Transformer y presentando a Iggy Pop a una nueva generación de locos con The Idiot y Lust For Life. Colaborando en sus propios discos con artistas tan dispares como Rick Wakeman en “Life on Mars?” o coescribiendo canciones junto a John Lennon como la fenomenal “Fame” para su nuevo clásico Young Americans

Este ya era un Bowie diferente, sin maquillaje. Un tipo cool bien vestido; un duke blanco adicto al neo funk de Station to Station. Adicto a la cocaína también. Produciendo música que lo llevaría a ser el primer artista blanco en aparecer en Soul Train gracias al éxito de “Golden Years”; aunque dice no recordarlo por estar perdido en una maleza del diabólico polvo blanco. Entre tanto exceso, era necesario tocar fondo. Era necesario volver a reinventarse.  
A New Career in a New Town

Dejando atrás el ruido, las drogas y la década que estaba por desplomarse; Bowie se instaló en Berlin junto a Brian Eno atraído por los sonidos fríos de un nuevo movimiento musical que tomaba fuerza en el país alemán: el krautrock. Junto a Eno, el productor Tony Visconti, su guitarrista Carlos Alomar y colaborando con Robert Fripp de King Crimson, Bowie construyo dos de su mejores obras en 1977: Low y Heroes. Discos en donde fragmentó su sonido y lo reconstruyó con melodías ambientales, paisajes oscuros y tonos desafiantes.


Un tercer disco de esta etapa; Lodger, aparecería para cerrar la década de los setentas. Una década cuyo sonido Bowie ayudo a definir, convirtiéndose en un maestro de la auto invención una y otra vez, mostrándole al mundo sus mejores cartas.

Put on your red shoes and dance the blues

Con la aparición de MTV a inicios de los ochenta el aspecto visual tomo una nueva forma. El videoclip se convirtió en una extensión de la música.  Bowie inauguro la década con “Ashes to Ashes” (del genial LP Scary Monsters) una canción en donde revisitaba al personaje de Major Tom; ahora un viajero espacial perdido en su locura producto de los excesos. El surreal video lo mostraba  vestido de payaso, caminando desorientado por una playa  mientras imágenes de su pasado lo aturden. Obviamente autobiográfico.

Con la ayuda de Nile Rodgers guitarrista y cerebro detrás de Chic, David edita su disco más comercial y accesible: Let’s Dance cuya canción título se convierte en uno de los singles más significativos de la década ochentera. Dos éxitos más de ese LP: “Modern Love” y la estupenda “China Girl” (original de Iggy Pop) así como su dueto con Mick Jagger del cover de la canción “Dancing In the Streets” terminan de convertir a Bowie en una estrella para la generación MTV. Ahora convertido en un elegante “crooner” con el pelo rubio su música empieza a tomar un matiz más simplón, más bailable, más pop. Pero todos sabemos que esa etapa no iba durar mucho. No cuando sos el camaleón por excelencia. Todavía faltaba que una generación totalmente nueva lo descubriera: la generación X de los noventa.


Black Tie White Noise

Queriendo regresar a una especie de anonimato, David forma la banda Tin Machine junto al guitarrista Reeves Gabriels y edita dos discos bastante sólidos. Regresando a su carrera de solista, los discos Black Tie White Noise y Outside pasan un tanto desapercibidos a pesar que bandas como Nirvana cuyo cover de “The Man Who Sold The World” presentan a Bowie a una nueva generación de chicos. A mediados de los noventa Trent Reznor invita a Bowie de gira junto con Nine Inch Nails y la amistad los lleva a colaborar juntos en el disco Earthling. El videoclip para la canción “I’m Afraid of Americans” se convierte en uno de los más premiados por MTV.

La edad no lo convirtió en un artista melancólico que se dedicaba a cantar sus viejos éxitos; al contrario lo empujó a seguir creando inclusive incorporando nuevos arreglos a viejas rolas. Heathen del 2002 y Reality del 2003 ponen al veterano rockero en las listas de favoritos de esos años. Pero luego vendría el silencio. El largo silencio.

Where are we now?

La siguiente década es marcada por un largo “hiatus” en donde Bowie se dedica a la actuación en cine y colaboraciones esporádicas con artistas del nuevo milenio. Es invitado para aparecer en canciones de Kaiser Chiefs, TV on The Radio y Arcade Fire entre otros. Rumores de su salud solo crecen por el largo periodo en donde no da entrevistas ni conciertos en vivo.

Luego en 2013 reaparece con The Next Day (trabajando de nuevo con Visconti). Musicalmente en forma óptima a sus 67 años, el disco le gana elogios. Recogiendo sonidos de su pasado y mutando melodías nuevas. Hay un tono sombrío en estas canciones. “Valentines Day”, “Love is Lost” y “The Stars (Are Out Tonight)” son reflejo de un sentimiento diferente, introspectivo y bastante más obscuro.

Lo que no sabíamos era que Bowie estaba muriendo. Pero en vez de revelarlo al mundo quiso convertirlo en su última obra maestra. A inicios del 2016 se edita Blackstar y el vídeo de “Lazarus” nos presenta al último personaje en la obra: débil y temeroso con los ojos tapados viendo hacia la oscuridad, hacia la incertidumbre del último viaje (o será el siguiente?). Un final magnifico a una carrera que solo puede ser descrita como monumental.


David Bowie fue un artista incansable, un explorador del arte que vio la vida con un lente muy diferente. Nunca busco gustarle a todos, nunca busco llegar a todo el mundo. El mundo llego a él. Su magnífico viaje encanto a todos los que quisimos escucharle. Siempre fue único, original, raro, un verdadero “outkast”; pero ante todo, nunca renuncio al espíritu de crear. Ni cuando la muerte le tocaba la puerta. Siguió firme en su búsqueda por el siguiente paso hacia territorios nuevos. Donde el arte se acercara al alma. Desde Major Tom hasta Lazarus. Volando más alto. Sorprendiéndonos una y otra vez. (Francisco)

15.1.16

Mi top del 2015

Para no derramar 500 palabras describiendo un disco que es mejor oir, aquí les va un haikú de reseña de mi disco favorito del 2015.
Cancer Bats - Searching for Zero (Metal Blade Records, 2015)

cero a cien
en un segundo
violación



13.1.16

Documental: Metal Evolution

Oigan bien amantes del metal, sus oraciones han sido escuchadas. Pasen al salón de clases con esta magnifica serie Metal Evolution que durante 11 episodios de 1 hora trata de hacer un estudio sobre el metal y todos su subgéneros. Con mas de 300 entrevistas a los actores principales y prestando atención en las influencias, bandas, discos y canciones clave, la serie recorre desde los inicios del genero hasta todos los subgéneros pasando por el Black, Glam, Trash, Death, Nu Metal, etc. Desde lo viejo hasta lo mas nuevo. Pocas veces he visto yo un estudio tan detallado hasta las profundidades de un genero. Admirable trabajo que dejara a los mas exigentes bastante satisfechos. ImI ImI. 

Empiecen aquí: con el primer episodio (hagan clic en el texto): 

Metal Evolution - Episódio 01: Pré-Metal


2.1.16

Mi Top 10 del 2015



Israeli Salad


Alchemist, Israeli Salad. Hip Hop instrumental digno de cualquier producción de Madlib o J Dilla, pero con el sello Alchemist, y la salsa israelí producto del crate digging que fue a hacer  Alchemist a la "tierra prometida".  Destaca por lo accesible que es, sin dejar de aburrir. Los samples de batería pegan duro en cada rola, y se casan de manera ideal con los samples pop vintage. Sin duda el album que más he escuchado este año. 







La Diversión Que Hacía Falta E
n Mi País
Los Pirañas, La Diversión que Hacía Falta en Mi País. Suenan como a Captain Beefheart tocando cumbia, o como a una Maldita Vecindad más desquiciada, más psicodélica pero sin voces. El ritmo desarticulado, producto de una mezcla entre la historia de la música tradicional colombiana - una música que le debe tanto a su pasado africano, indígena y blanco -  con el feeling del pop-rock clásico latino. No es por nada que logran interpretar a su salsa una rola de Spinetta. regresando de esta manera al estilo rock psicodélico que transpira este album. Es lo más original que oirás este año.  




Nothing


Kode9, Nothing. Uno de los padres del dubstep (el verdadero), saca su primer album solista y es una bomba de música bailable moderna, aunque no lo parezca. Mezcla perfecta de dubstep clásico, de footwork y de grime, en un ambiente de película de horror. Disco refinado, que hipnotiza. Nada más que decir.







Negative Feedback Resistor

Destruction Unit, Negative Feedback Resistor. Punk, psicodelia setentera, un especie de shoegaze, voces ahogadas, y un gran trip. Lo han descrito como "space punk". En todo caso es música actual que demuestra que existe un sinfín de avenidas para explorar maneras de hacer converger los estilos del pasado, con influencias actuales, y hacer música original. Es un disco que retoma las cosas donde las dejó The Men, otra banda de Sacred Bones, cuando sacó su disco Leave Home en 2011.  





Non Stop Feeling

Turnstile, Non Stop Feeling. "If feeling is what they want, - -oh yeah!- then feeling is what they get." Este disco para ser revival crossover de los noventas a primera vista. Y lo es, pero no solo. Es un disco adictivo, enérgico, que retoma claves del pasado para construir un sonido nuevo. Coincidentemente, vienen de la misma ciudad que otra banda que aprecio bastante, Dope Body, que también tratan de retomar claves noventeras (RATM, Leeway, Downset), para hacer música original, de esta década. Y en ambos casos, logran música que suena fresca. Eso, y el hecho que el disco esta plagado de breakdowns imparables.




Beneath California




Retox, Beneath California. The Locust sin máscaras, sin frenesí tecno mutoide grindcore. O sea, rocanrol de punketos que juegan con convenciones extremas punk, de todo tipo, pero en velocidades rock. Lo que sea. Lo importante es que suena bien. Retox propone un tercer album que consolida el estilo y la reputación que han construido estos años. 






A Raw Youth
Le Butcherettes, A Raw Youth. En realidad, deberían llamarse Teri Gender Bender y Le Butcherettes, por lo indispensable que es la presencia de la cantante en el sonido, la estética y la actitud de la banda. A Raw Youth, album producido por Omar Rodriguez, con participación de Iggy Pop y de John Frusciante, es un album rock,  al límite entre el sonido garage y heavy rock, canalizando el espíritu de las Runaways y de Frank Zappa en ocasiones, pero con una estética moderna, dinámica, más parecida a Antemasque o a Bosnian Rainbows (grupo en el que canta), pero más pesada que ambas bandas. Es un excelente entrada al mainstream por parte de una banda que, parecería, que los dioses quieren que estalle.




The Wild Animals In My Life

Flesh World, The Wild Animals In My Life.  Banda (post) punk, banda new wave, banda queer, Usted escoja. Lo importante, siempre, es la música. Y este esfuerzo de Flesh World es fabuloso. Melódico, melancólico, nostálgico, y más refinado que el último disco que sacaron, con una vibra que puede recordar a The Smiths como a Sonic Youth, de un solo. Me recuerdan, también, a Women, pero con más energía.







The Agent Intellect



Protomartyr, The Agent Intellect. Banda de Detroit, que suena como si fueran de Manchester. Herederos del imaginario de The Fall (o  más bien, de Mark E.Smith, por el tono vocal) de Mission of Burma, y del imaginario post punk en general. Suenan parecido a Disappears. Son un post punk con una producción más clara, pero la inspiración es un sonido más underground que el que maneja Interpol por ejemplo. Con un toque slacker rock muy bienvenido. Oigan Pontiac 87, quedarán enamorados.



Third Side Of Tape
Lil Ugly Mane, Third Side of Tape. Sensación del Internet. No sabía nada de este chavo hasta que vi que su album aparecía como uno de los mejores albumes del año en rateyourmusic.com. Esto desde hace rato. Ahora aparecen dos producciones de él en la primera página del sitio y el último disco que sacó fue el 18 de diciembre. Huele a que tiene un ejército de geeks detrás, o fanáticos. No es un productor que hace mucho merca para sus producciones, y mantiene un estilo de outsider misántropo, que no quiere divulgar mucho su trabajo. Pero tiene fama y talento. Lil Ugly Mane es un productor de hip hop instrumental (en esencia), pero no se limita a esto. De hecho, todo el interés de este disco, que dura más de dos horas, es que Lil Ugly Mane cambia de manera constante de estilo musical, pasando de hip hop oscuro a folk, a drone, a coldwave... y todo encaja perfectamente, como si fuera un mixtape muy personal, producto de un mundo paralelo, en el que las barreras de estilo pesan poco. El disco en realidad es una compilación de obras previas, pero la manera como todo esta estructurado lo vuelve una composición propia.