14 años.
14 años separan a Confederacy of Ruined Lives de Eyehategod, el nuevo album homónimo de una de las bandas más queridas de la escena de Nuevo Orleans y más importantes de la escena de música pesada norte americana, en general. Quién no estuviera enterado de su recorrido actual pensaría que la banda se acabó cuando los diques de la ciudad sucumbieron en el 2005. Pero resulta que, la banda, que cuenta ya con más de 25 años de existencia, es una de esas bandas que no necesita la constancia de la industria, ni la seguridad de ser empleados por disqueras,- ni tampoco la reconstrucción de una ciudad hundida - para reiterar y mejorar su sonido, cuando se les de la gana. No es por casualidad que este disco es descrito por ellos mismos como un renuevo. A bounce back.
Eyehategod son los hijos despreciados de Dios, bastardos que se refugiaron en el único hogar que los aceptaría: el hogar sabbathiano. Son la decadencia encarnada en refranes de desesperación moderna. Cantan canciones de abuso autoinfligido, de un fracaso multidimensional que va desde la represión sistémica de una sociedad perdida hasta la experiencia individual de vivir en cuartos insalubres, con la única compañía de tu soledad y tus deseos de muerte, o tus drogas. Son los mensajeros del fracaso.
Pero ¡qué fracaso más glorioso! Músicalmente, son los dignos herederos de Black Sabbath y del Blues sureño. Conceptualmente, serían Sabbath si solo el Sabbath se hubiera inspirado más de la decadencia urbana que de cuentos de brujas y de magos para conformar su imaginario. Son la ira del punk-hardcore ochentero.
No es casualidad que Eyehategod inicia con una salva de crust punk, acelerada y rabiosa con Agitation! Propaganda, una canción de urgencia tipo The Exploited, tanto en forma como en estilo. La rabia punk de esta primera canción y el breakdown stoner masivo en el que desemboca es el punto introductorio que da el tono de este album (algo que lo vuelve distinto de los discos antecedentes): el riff sabbathiano, en su máxima gloria, con un gusto y con un groove que da placer escuchar por el juego de tiempos y compases que arman de manera perfectamente natural. Estamos aquí en territorio de grandes. El arte del breakdown más pesado que pesado es reiterado en este caso, retomando toda la esencia de la música de los viejos de Birmingham: la habilidad de hacerte moshear, la habilidad de hacerte mover la cabeza y el cuerpo, Robitussin and Rejection, con cambios de ritmo drásticos, que van desde el swing hard rock Worthless Rescue hasta el martillazo Doom Flags and Cities Bound... Cabe también hacer mención de la presencia vocal que tiene Mike IX Williams, con ese estilo agonizante, agudo y rasposo, que funge como el representante de esa crítica social/personal introspectiva que ha hecho la fama del grupo.
Aún en la derrota del día a día, podes levantar el puño.
30.9.14
29.9.14
Lou Reed & John Cale: Songs For Drella
Imaginado como una biografía
musical de la vida de Andy Warhol luego de su muerte en 1987, Lou Reed y John
Cale se reunieron para crear este soberbio
tributo al artista y mentor que tanto admiraban. Como miembros de Velvet
Undergound dos décadas antes, Reed y Cale habían encontrado eco a sus sonidos
disonantes y temática oscura en el entonces influyente pintor que vio en ellos
lo que nadie en ese momento apreciaba de los VU: su originalidad.
Acompañado únicamente del sonido
de piano y guitarra eléctrica decorado con ritmos simples y tonos melancólicos casi
solitarios, Drella recoge instantes
íntimos de la vida de Warhol que van de
lo gracioso hasta lo triste. Las letras son recitadas en un tono de voz hablado como es
particular en estos dos músicos. Siempre con total honestidad y tratando al
personaje principal como el humano que Reed y Cale conocieron en vez de la “estrella pop” que los medios e
inclusive el mismo Warhol crearon. Momentos que brillan están: El niño con “bad
eyes, bad skin, gay and fatty” de la simpatiquísima “Small Town” canción que
abre el disco; El trabajador incansable de “Work” con el ritmo de ambos
instrumentos cabalgando rápido como si el maestro estuviera apurando a sus alumnos;
el temeroso, paranoico e inclusive amargado artista de “A Dream” una lectura
del diario personal de Andy sentado a un fondo musical sombrío y solitario;
entre otras. El álbum camina sobre un
ambiente íntimo de principio a fin; tanto lírica como musicalmente.
Songs for Drella nos hace sentir como si nos estuvieran invitando
al círculo cercano de dos magníficos músicos expresando respeto y admiración
por el maestro que ya no está; pero ante todo, cariño sincero por un amigo irreemplazable. (Francisco)
categorías:
discos recomendados
18.9.14
Ministry - "The Land of Rape and Honey"
Al Jourgensen y Paul Barker los genios dementes detrás de Ministry hicieron un cráter
bastante grande en el género industrial con el meteoro gigantesco que es The
Land of Rape and Honey. Jourgensen y Barker dieron un giro hacia los rincones oscuros de la mente y encontró el sonido que lo definió
para toda la vida con esté, su cuarto disco editado en 1988. Luego vendrían los
sonidos fantásticos The Mind is a
Terrible Thing to Taste y Psalm 69,
pero esos dos tienen sin duda su gestación aquí. Frenético, frio y pulsante Rape and Honey es la definición de
industrial. Simplemente fantástico.
Partiendo de batería programada, bajos dominantes puestos al frente y voces
agresivas el disco va lanzando granada tras granada. Abriendo con “Stigmata” y
su ritmo de carro que está tratando de arrancar hasta que cuando finalmente lo
hace se queda dando vueltas sin parar sobre el asfalto con Jourgensen al volante exclamando: “you told me nothing but lies!”. Siguen las martillantes “The
Missing” y “Deity” casi marchando una a la par de la otra dándonos el momento
más fuerte del disco. Pero no el más oscuro. La noche va cayendo de canción en
canción: “Golden Dawn” con su sample de
cantos satánicos (o al menos eso parecen)
a ritmo de una percusión incesante. “I Prefer” que recuerda alguna
película de terror ochentera, esas escenas cuando el asesino persigue a la víctima
y “Flashback” la pelea final donde muere uno o muere el otro.
Por años le puse más atención al resto del catalogo de
Ministry (lo cual no digo sea malo) pero regresar a The Land of Rape and Honey me hizo redescubrir todo lo que hace al
género del industrial algo tan diferente; esos sonidos que te transportan a un
mundo frió, gris y mecánico, esa música que te mete en estados mentales en
cuestión de segundos. Brutal y agresivo pero sin el dominio de la guitarra eléctrica
como en el metal; aquí dominan los golpes y la distorsión a lo motosierra.
Corran a sus casas y métanse debajo de la cama. (Francisco)
categorías:
discos recomendados
8.9.14
Lis-te-ning: minipops 67 [120.2][source field mix]
Por si no lo habías oído, Aphex Twin, el alias más emblemático de Sir Richard FUCKING D.James, sacó una rola de su nuevo disco intitulado SYRO, sexto LP bajo ese alias, y dándole seguimiento al inigualable Druqks (2001), trece años después. El disco sale a la venta el 19 de septiembre vía Warp, y es el producto de esos trece años de espera, ya que varias rolas e ideas que aparecerán en el disco han sido maceradas con tiempo, precisión y talento.
categorías:
2014,
aphex twin,
noticias,
novedades,
syro
7.9.14
Cerati
“Yo pensé que Soda Stereo era una banda de pop ochentera
tipo los Hombres G, no sabía que hacían esto….”, Alguna vez dije siendo un mocoso de 16 años.
El “esto” era el Comfort y música para
volar un concierto unplugged para MTV que el líder de la
banda; un tal Gustavo Cerati, decidió boicotear en su concepto 100% acústico
metiendo rolas eléctricas. En el espacio íntimo del unplugged las rolas eléctricas produjeron una cosa espacial,
tripeada. En el núcleo estaba el líder de la banda sentado con lentes oscuros seduciendo
su guitarra eléctrica, haciendo cosas
con el delay que para nosotros era algo más que “alternativo”. Puta, era Soda
Stereo.
Con Soda, Cerati unificó dos generaciones de jóvenes liderando
al grupo por una casi invisible transición del sonido new wave de sus primeros
discos Soda Stereo, Nada Personal y Signos para terminar con los maduros Dynamo y Sueño Stereo usando de puente sus dos mejores álbumes Doble Vida y Canción Animal. De los ochentas a los noventas dejando una
estela de las mejores y más
influyentes canciones de la historia del
rock latinoamericano.
En vivo la banda crecía, cautivaba y generaba momentos
históricos. Destacan la legendaria presentación en el festival de Viña del Mar donde salen con el pelo
parado, vestimenta tipo “new romantics”; el previamente mencionado unplugged y el ultimo
bien documentado concierto de la banda en 1997 a lleno total en el
Estadio River Plate con un sonido y visuales espectaculares, la banda al 100%
en su última vuelta, en su “swan song”.
Yo me perdí con el “Gus” después de su disco solista Bocanada no siendo hasta el Fuerza Natural del 2010 que vuelvo a
verlo en tele. Un poco más arrugado y con esa expresión de desanimo y ojos
medio sarcásticos; me gustaba ese look del Cerati, era como si te quería decir
algo solo a vos, algún secreto pícaro y en cierta forma sus canciones
transmitían eso. Un amigo me cuenta ese año que va venir a Guatemala (por fin!)
pero todo llega a un freno en Venezuela, dicen que cayó en coma, esta inmóvil.
Aquel famoso “Gracias…totales” de Cerati justo al final del
último concierto de Soda se sintió como un abrazo a todos los chicos que
siguieron la metamorfosis de la banda en sus 15 años de historia; Cerati quiere
despedirse pero pausa después del “Gracias” como que siente que solo esa
palabra es muy poco para el momento tan histórico, toma un par de segundos y
exclama: “… Totales!”, el estadio entero se derrite con él. Definitivamente “Total” fue la carrera de
Cerati, exploró y logró tocar los rincones de sus más altas ambiciones como
músico y cantante dejándonos mucho más de lo que podemos esperar en un
artista. Ahora si el disco es eterno
como dice la canción. Nada más queda. Chao Gus!. (Francisco)
categorías:
noticias,
retrospectivas,
temas
2.9.14
Cine Rock 2da Parte: Otras 9 peliculas
Hace unos años cuando iniciamos este blog escribí un artículo sobre 9 películas dígase “musicales” que pienso valen la pena todo melómano
musical debe ver y disfrutar alguna vez en su vida. Con los años fui descubriendo nuevas perlas suficientes como para hacer otra entrada. Documentales, conciertos, biografías, etc. Échenle
un ojo y súbanle volumen a la tele con estas nueve más:
Anvil, The Story of Anvil (Director: Sacha Gervasi)
The Year Punk Broke (Director: Dave Markey)
A inicios de los noventa Sonic Youth decide llevarse de gira
a Dinosuar Jr., Babes in Toyland, a los Ramones y a unos tales desconocidos que
se llamaban Nirvana. Deciden filmar escenas de los conciertos y entre telones del entonces creciente
movimiento “alternativo” que poco después reventaría a nivel mundial cortesía
de MTV y demás. Pero aquí el tsumani no ha venido todavía (estamos en 1991) y
la crudeza de lo que estas bandas transmiten resuena como canto angelical (si los
ángeles dejaran las arpas generando feedback contra los amplificadores) contra
un escenario musical gastado que a gritos pedía un cambio luego de la década del
hair metal. No se tapen los oídos, rompan todo y griten hasta sacar sangre. Sean
testigos del génesis de lo que tanto les gusto del rock en los noventa. Genial
documental.
La hemos mencionado antes pero para efectos de nuestro juego
de lista vamos a mencionarla nuevamente. La verdad es que se debe mencionar las
veces que sea, es una joya. Los Talking Heads en su momento más alto
reinventando lo que un concierto debe ser. De poco en poco van entrelazando melodías
con imágenes. Me encanta la escena de David Byrne bailando con una lámpara con
ese traje gigante. Una forma nueva y diferente de dar un show que se va moldeando de canción en canción: “Phsyco
Killer”, “Take me to The River”, “Slippery People”, “Girlfriend is Better”
entre todas. Clase aparte los
Talking Heads. Clase magistral Stop Making Sense.
Jason Becker: Not Dead Yet (Director: Jesse Vile)
En los ochenta Jason Becker un adolescente de apenas 15 años
se gano el respeto y admiración de guitarristas en el género del speed metal
progresivo que lo ponían a la par de Steve Vai y Joe Satriani. La incomparable
virtuosidad de Becker lo llevo a grabar discos con Marty Friedman de Megadeth y
ganarse la silla como guitarrista de David Lee Roth cuando apenas llegaba a la
mayoría de edad. De repente sucede lo impensable. El enérgico e imparable
jovencito empieza a desarrollar esclerosis múltiple hasta quedar totalmente inmóvil.
Lo que sigue después se los dejo a ustedes para descubrir. No dejen de ver este
magnífico film por nada del mundo.
The Song Remains The Same (Directores: Peter Clifton y Joe
Massot)
Ya lo sé; es larga, excesiva y autoindulgente. Digna de
emperadores romanos. Y qué?, ese es el punto. Con cualquier otra banda esos
excesos no caben, con Led Zeppelin esos excesos hasta son necesarios. La
potencia que emanaban en vivo la mejor banda de rock pesado que jamás piso la
tierra es digna de verse una y otra vez. La química entre los cuatro miembros
es nada menos que espectacular. Estos reyes crean magnificas orgías de sonido e
improvisación que te pierden en lo que “meterle huevos para tocar” realmente
significa. Merecido; perdón, obligado
“stop” para cualquier amante verdadero del rock n roll.
Walk The Line (Director: James Mangold)
Lo que a distancia parece una película romántica sobre cómo
se conocieron y enamoraron Johnny Cash y su esposa June Carter termina siendo
una genial postal musical sobre los inicios de la carrera de la leyenda del
country con flores y caca incluidos. Joaquin Phoenix (que no se parece
físicamente en nada a Cash pero que con su actuación compensa con creces) saca
desde sus entrañas al rebelde indomable que compuso locomotoras descarriladas
como “Cocaine Blues” y “Folsom Prison Blues” pero que a su vez tenía ese lado
introspectivo que guardaba el dolor de una crianza difícil que debía salir y que de no ser por June (Reese Witherspoon dando
una clase de maestría en actuación) hubiera terminado estrellado contra un
muro. Las actuaciones son fantásticas,
la música aun mejor y la historia no puede ser producto de ficción nunca. Solo
puede venir del personaje inigualable que fue “El Hombre de Negro”.
Something From Nothing :The Art of Rap (Director: Ice T)
Acabo de descubrir este estupendo documental dirigido por
Ice T (gracias Luis y Anus Pija) sobre el arte de rapear. Something From Nothing nos lleva de entrevista en entrevista junto
a muchos de los mejores MC’s de todos los tiempos para que hablen simple y
sencillamente de porque hacen lo que hacen y luego hagan un “freestyle
en cámara”. “Esta película no es sobre el éxito, las mujeres o el dinero en el
Hip Hop, es sobre el arte de hacer lo que hacemos” nos dice T al inicio. Oír a
padres del género como Melle Mel, Grandmaster Caz; innovadores como Q Tip,
Eminem, Dr. Dre, Snoop y genios del micrófono como KRS One, Chuck D, Rakim y
Nas entre muchos otros contarnos de manera intima sobre su pasión por rapear
es verdaderamente un espectáculo digno de los dioses. Ningún amante serio del
Hip Hop debe perderse esta película.
De esta ya nos hablo Anus Pija anteriormente. Magnifico documental sobre Sixto Rodriguez, trovador de Detroit que grabo dos discos en los setentas que a nadie le importaron en Estados Unidos. Con un talento que no tiene nada que envidiar a pesos pesados como Dylan ó Neil Young, Rodriguez pasó a la oscuridad y aparente muerte mientras al otro lado del mundo en Africa del sur su música se convirtió en himnos anti apatheid para la juventud blanca con conciencia social de ese país. De lo más popular y escuchado en la historia sudafricana sin que el cantautor lo supiera. Que paso con Sixto?, quien era y porque desapareció? Ese es el acertijo que el director de este film trata de resolver.
The Rolling Stones
Rock And Roll Circus (Director: Rolling Stones)
Coincidentemente fue mi introducción tanto a los Stones como
a las otras bandas que también aparecieron en este bizarro especial televisivo
de los 60’s que nunca salio al aire. Usando la base de un espectáculo de circo completo con payasos,
trapecistas, etc., Los Stones presentan un show musical con invitados que
también hacen lo mejor para salirse del tradicionalismo que hasta en el rock
puede darse. Destacan el blues de Taj Mahal, la caótica y divertidísima interpretación
de “A Quick One While He’s Away” de The Who (que se rumora fue la razón por la
cual Jagger y co. tuvieron engavetado este filme por más de 30 años, se
sintieron opacados), John Lennon armando el supergrupo de supergrupos con Dirty
Mac junto a Clapton, Keith Richards y Mitch Mitchell. Y por supuesto los príncipes
de la noche: Los Stones con un set
simplemente perfecto de “Jumping Jack Flash” hasta lo que para mí es la
definitiva versión de “Sympathy For The Devil”. Ah, y también esta Yoko Ono pegando de gritos
pero eso es otro tema. Fantástico el Rock And Roll Circus de los Stones,
brillante y demente como nos gusta a ustedes y a mí.
Bueno, ya tienen opciones para sentarse ahora solo les faltan
los poporopos y convencer a la pareja y/o
amigos de que ver Titanic por décima vez es mala idea. Mejor poner el televisor
hasta “eleven!” con estos geniales pedazos de cine y música. Hasta el próximo episodio
mis queridos. (Francisco)
categorías:
retrospectivas,
videos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)